Amigos aficionados, continuamos con el libro "Arte y Figura" de mi autoría:
"CARTA TAURINA A MIS HIJOS"
Siempre he considerado que el mundo de los toros se parece mucho a la vida misma, de alguna manera, los toreros actúan en el escenario de un redondel y el público que se encuentra en el tendido, se encarga de juzgar la faena que han llevado a cabo, cuando ésta ha sido buena, se premia con un gran aplauso, pero si ésta ha sido mala, se castiga con gran rechifla.
Así también creo que sea la vida, el hombre se encuentra en el escenario de la misma y es la sociedad la que se encarga de juzgar su proceder; si ha sido bueno, se le premia con reconocimiento, pero si ha sido malo, se le castiga con el desprecio.
Hurgando mi esposa en una tienda de antigí¼edades –actividad de la cual ella es apasionada-, encontró el artículo "Carta Taurina a Mis Hijos", de autor anónimo, en donde hace esa similitud entre el toreo y la vida, que comentamos. A continuación me permito reproducirla porque creo que a todos nos puede resultar interesante. ¡Venga de ahí!
"Tres tiempos tiene el vivir – como tres tiempos tiene el torear;
Parar, templar y mandar –nacer, vivir y morir;
Ya están puestos en cartel, -para aprender el oficio;
Sabiendo que al redondel - se llega con sacrificio.
Pero al fin, ya están ahí – con ansias de novillero;
Soñando con el Rubí –de hacerse grandes toreros;
A ver como se pasean –a ver qué toro les sale;
A ver si vale o no vale – haber como lo torean.
Cuando el toro está en la plaza –hay que apretarse los machos
Y a demostrar mis muchachos –que son toreros de raza;
Ojo, alerta, firme el paso –bien tomada la distancia;
Saliendo con elegancia –sea con gloria o fracaso.
Hay que arrimarse a los toros –y entregarse con pasión
Que la gloria y los tesoros –se descuelgan de un pitón;
Hay que crecerse al castigo –y aguantar bien la embestida
Contando solo contigo –para ganar la partida.
En el ruedo a su trabajo –con la mente siempre clara
Toro franco por abajo –con resabios, por la cara
A cada toro su lidia –ceñida bien la montera
Sin celo y sin envidia –y con vergí¼enza torera.
Farol, adorno y mujeres –a su tiempo y sin locura
Que si bien nos dan placeres –también... como toro miura;
Pueden ser, muerte segura.
Y cuando digo mujeres –no estoy diciendo mujer
Pues por sabido se deja –que aquel que quiere triunfar
debe tener su pareja.
Y cuando en la tarde suene –el clarín llamando al ruedo;
Aunque el alma sufra y pene – no demuestra nunca el miedo;
No olviden que al toro bravo –si quieren cortarle el rabo;
Se le mata con el pecho –siempre en corto y por derecho.
¿Qué más les puedo decir?... quisiera tener la clave;
Solo puedo repetir... que de toros nadie sabe;
Y para hacer bien la vida –igual que una corrida;
Cada quien tiene su llave.
Pero si les aseguro –con todos mis años;
Que aquél que es valiente y puro –llega y llega lejos;
Otra cosa que aseguro –hijos de mi corazón:
Cada tarde que toreen –estaré en el callejón;
Confundido entre la gente –desgranando una oración.
Que Dios les reparta suerte".
Continuará... Olé y hasta la próxima