Internacional

El exceso de capacidad industrial de China, un peligro para la economía mundial

Pekí­n .- Los gigantescos excesos en la capacidad de producción industrial de China, especialmente en el acero, siguen creciendo ante una apagada demanda, frenando el crecimiento del paí­s y desestabilizando la economí­a mundial, advirtió este lunes la Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) en Pekí­n.

De la siderurgia al cemento, varias empresas estatales en la industria pesada sufren esas capacidades ociosas tras haber multiplicado las inversiones -a menudo a crédito- pese a la frágil demanda, en particular en el mercado inmobiliario chino.

"El exceso de capacidad es desde hace tiempo una plaga de la industria china", pero la situación ha empeorado "con profundas repercusiones en la economí­a mundial y sobre el propio crecimiento de China", informa la Cámara en su informe divulgado este lunes.

La magnitud del problema da vértigo: las acerí­as chinas producen ahora más que los otros cuatro principales paí­ses productores juntos (Japón, India, EEUU y Rusia), pero la mitad de ellas son deficitarias. En dos años, China ha producido más cemento que EEUU en todo el siglo XX.

El gran plan de reactivación adoptado en 2008-2009 por el Gobierno chino para luchar contra la crisis económica trajo una avalancha de dinero para las empresas, invitadas a invertir masivamente... sin que la demanda siguiera ese ritmo. En seis de los ocho sectores estudiados por la cámara (acero, aluminio, cemento, refinerí­as, vidrio, papel) el í­ndice de utilización de las fábricas es incluso más bajo de lo que era en 2008, en plena crisis.

Es cierto que Pekí­n, deseoso ahora de lanzarse a una transición económica en favor de los servicios, se esfuerza en reducir esas capacidades excesivas: endurece las normas, alienta las fusiones y reestructuraciones de empresas y quiere recortar préstamos y subvenciones a sociedades 'zombis' no rentables.

"Pero el poder central halla una fuerte resistencia por parte de los gobiernos locales (provincias y municipalidades), preocupados por las consecuencias en el empleo" de esas medidas, explica Joerg Wuttke, presidente de la Cámara. "Estas industrias están desconectadas de las leyes del mercado y reposan en la ayuda de las administraciones locales", mediante inversiones o facilidades para obtener créditos, destaca Wuttke ante algunos periodistas.

- Tentación proteccionista -

"El impacto en el extranjero ya empieza a sentirse", advierte Wuttke. Las firmas europeas que suministran material industrial a China ven cómo este mercado languidece. La situación se agrava con la ralentización de la segunda economí­a mundial, que reduce la demanda del gigante asiático.

Sobre todo, China intenta 'colocar' sus excedentes de producción en todo el mundo, con el riesgo de desestabilizar a los mercados.

La invasión de acero chino a precios imbatibles por cualquier competidor alimenta también la caí­da de las cotizaciones, y alienta tanto a Estados Unidos como a la Unión Europea (UE) a erigir barreras aduaneras para protegerse.

Las siderurgias europeas y estadounidenses ya han sufrido lo indecible: el gigante del sector ArcelorMittal tuvo en 2015 una pérdida abismal de 7.900 millones de dólares.

Angustiados, directivos y empleados de este sector se han manifestado recientemente en Bruselas para protestar contra la competencia china y pedir a la UE que endurezca sus medidas 'antidumping'.

Las nuevas "rutas de la seda" que China quiere abrir a golpe de masivas inversiones en Asia central, no van a resolver ni desatascar el problema. "Las cuentas no salen", advierte Wuttke: las necesidades de estos paí­ses del centro de Asia "son demasiado pequeñas como para absorber un porcentaje significativo de las excesos de capacidad de la producción china".