29/Mar/2024
Editoriales

La batalla por Pemex: reconstruyendo entre escombros y bajo fuego enemigo

 

 

 

 

 Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador tomo el poder en diciembre del 2018 recibió un país en escombros y dentro del especialmente Pemex. La empresa que todavía en ese solo año proporciono casi 1 billón  de pesos en impuestos al gobierno, había recibido a lo largo 12 años solo 267 mil millones de pesos (mdd) en apoyos.  Por esa razón principal, su producción se desplomo de  3.4 millones de barriles diarios (mbd) a 1.6 mbd  entre 2003 y 2018. La capacidad de refinación de gasolinas se desplomo de 1.6 mbd a solo menos de 600 mbd;  además de que aumentaron su deuda de 631 mil mdp en 2009 a dos billones de pesos en 2018 (105 mil millones de dólares (MDD));  mientras la inversión en exploración cayo un promedio de 13% cada año.  

El presidente AMLO ofreció un plan de rescate y rehabilitación de Pemex con un apoyo de 445 mil mdp en julio del 2019, de los cuales 123 mil mdp serán en reducción de la carga fiscal de impuestos y derechos y la “recompra de deuda” por 5 mil millones de dólares (mdd), para cambiarla por una a más largo plazo y reducir el desangramiento de la empresa por esa vía; y todo esto  es lo que está  en marcha en medio de una situación en donde el precio del barril e la mezcla mexicana de petróleo cayó de 66 dólares en 2017, a 55 dólares en 2019 y 49 dólares en 2020 y las exportaciones se redujeron en volumen también de 1 millón 184 mil barriles a solo 1 millón 085 mil barriles por día. Mientras Pemex recibe una ola de ataques nacionales y extranjeros definiéndola como “la petrolera más endeudada del mundo” y un gigante “que ya no resucitara”. 

Eso , más el hecho de que dentro del mercado interno  las ventas de gasolina y de diésel de Pemex han bajado hasta 9%  en 2019, debido a la competencia de otros vendedores extranjeros, mientras las refinerías de Pemex sufren “paros inesperados” o lentitud en su rehabilitación debido a la condición  de “fierro viejo” en que fueron dejadas en diciembre 2018. El gobierno de AMLO está decidido a reconstruir la capacidad de refinación y para eso incluso dejo de exportar crudo ligero que es el más adecuado para estas refinerías a pesar de que se han encontrado nuevos yacimientos de ese tipo de crudo en aguas someras. Por  eso quizá,  el 29 de febrero, día en que Pemex anuncio pérdidas por 346 mil mdp en 2019 a la Bolsa de Valores, la agencia calificadora Moodys se apresuró a decir que pese a eso;  “Pemex ha hecho un buen progreso en su objetivo clave de estabilizar la producción de petróleo” y mantuvo su calificación y unos días antes, los bonos de Pemex, “la petrolera más endeudada del mundo...con vencimiento el 2027, tuvieron un aumento record de casi un quinto desde su inicio en 2018 …a medida que la empresa estabiliza su producción y se alejan las rebajas de la calificación crediticia…”según informo Infobae el 11 de febrero. 

La producción de petróleo durante ese año fue de un promedio de 1 millón 694 bd, solo  un 1.2% más que el año anterior, mientras que la producción de petrolíferos como las naftas, diésel, combustóleo, gas licuado en enero de este año aumento 12.7 % en relación a el 2019, pero bajo  3.6% en relación a diciembre de ese año. Es decir, mantiene una situación de altas y bajas dentro de márgenes pequeños y con tendencia al alza.

En esas condiciones los círculos financieros y bancarios siguen presionando para regresas al proceso de privatizaciones. Dizque una forma de “salvar” a la empresa de las perdidas y de un supuesto desastre como si los 110 contratos que firmo el gobierno de EPN con empresas privadas, hubieran dado algún resultado o “capitalizado” a la empresa. 

Uno de sus voceros, el Instituto mexicano de la Competividad (IMCO), ha estado criticando a la dirección de Pemex y exigiendo una “privatización minoritaria” de la empresa vía la entrada a la Bolsa de Valores con una “oferta pública inicial” mismo que la SHCP he rechazado. 

También que se revise el contrato colectivo de los trabajadores para reducir prestaciones y, en el caso del diario El Universal, este presentan los acuerdos sobre pensiones entre la empresa y el sindicato como un perdida mayor a la tenida por la caída de las ventas Otra de las exigencias del IMCO y otras agencias como Bloomberg o la revista Forbes,  es que ya no “se distraiga dinero” en “midstream” y “downstream”, o sea, en las refinerías ni en la construcción de Dos Bocas, para dedicarlo todo a la exploración y extracción de crudo para la exportación. 

En pocas palabras, el regreso al estatus colonial que buscaban los gobiernos desde Carlos Salinas hasta Peña Nieto o el negocio, que el presidente AMLO ha definido como; “vender naranjas para comprar jugo de naranja”. Sin embargo, el presidente AMLO y los directivos de Pemex y la Secretaria de Energía mantienen la meta inicial: Reconstruir a Pemex y convertirlo en “palanca del desarrollo y la industrialización” a partir del 2021 cuando esperan terminar el plan de rescate y de apoyos a la petrolera nacional.