29/Mar/2024
Editoriales

Entrecurules 03 08 2018

Entre los 17 millones de jóvenes que votaron por AMLO el primero de julio, "hay conciencia sobre la desigualdad social".

 Para el estudioso, Héctor Castillo Berthier, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, esta conciencia de la desigualdad social entre los jóvenes de todo el País, es el eje que los corta a todos. Es decir, hay una conciencia sobre la desigualdad y la pobreza, sobre el clasismo que se ha asimilado en la sociedad y sigue ejerciéndose, sigue vivo.

 Y para muchos jóvenes, dice el estudioso es un punto a vencer, lo quieren interpretar de manera distinta, no es que vaya a desaparecer, pero hay un porcentaje de jóvenes que están pensando que vale la pena intentarlo.

 Acepta que esos 17 millones de jóvenes no están organizados en un movimiento, sino a través de las redes o múltiples redes que conjugan sus experiencias.

 Lo cierto es que tienen una mayor capacidad de acción, de reacción y de comunicación que generaciones anteriores y se traduce inmediatamente en grupos que sin tener que incorporarse a un movimiento, sin estar registrados o afiliarse, participan con un sentimiento y con una visión.

 Se le pregunta si hay un parangón entre el movimiento con el cual triunfó Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 con muchos jóvenes que se movilizaron por la ineficacia del gobierno tras los terremotos de 1985 y responde:

 "Me parece que sí hay un paralelismo entre las dos circunstancias porque finalmente, en términos generales es una población muy educada que la de hace 30 años y mejor comunicada, lo cual genera mayor integración y el peso de los jóvenes ha sido importante.

Así que más vale al nuevo gobierno no decepcionar a los jóvenes, porque toda es fuerza se puede revertir.

 Esa fuerza ya la quisieran por ahora otros partidos políticos como el PRI que requiere una inyección de sangre nueva y una buena sacudida pues sus prerrogativas con el descalabro que sufrió, disminuirán en casi 900 millones de pesos.

 El mensaje dado por los electores en las pasadas elecciones a los partidos es que deben comenzar de cero para fortalecerse y eso les llevará algunos años.

 Y la unidad será la clave, nunca la división.

 Vivimos nuevos tiempos. Se espera que el nuevo gobierno responda a los electores que votaron por él y también a los que no votaron por él.

 Ojalá esos signos de autoritarismo que ha mostrado AMLO en estos meses, desaparezcan y se espera no volver al pasado, pues los mismos que votaron por AMLO pueden tumbarlo si no cumple con los intereses de cada uno de los mexicanos.