20/Apr/2024
Editoriales

Algunas veces conviene ser ignorante

Cuenta una leyenda que había dos niños patinando una laguna congelada.

Era una tarde nublada y fría, lo que no les preocupaba pues ellos jugaban sin precaución.

De pronto el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua.

El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.

Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido se preguntaron:

¿Cómo lo hizo? El hielo está demasiado grueso, es imposible que lo haya podido quebrar ¡con esa piedra y sus pequeñas manos!

En ese momento apareció un anciano y les dijo:

_Yo sé cómo lo hizo

¿Cómo lo hizo?, le preguntaron al anciano, y el contestó:

_"No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer..."

 

 

 

Leyenda patagónica