26/Apr/2024
Editoriales

Julio 9 de 1867: muere fusilado Santiago Vidaurri, ex gobernador de Nuevo León y del estado de Nuevo León y Coahuila

Julio 8 de 1867: muere fusilado Santiago Vidaurri, ex gobernador de Nuevo León y del estado de Nuevo León y Coahuila. José Santiago Vidaurri Valdés, nace en villa Punta de Lampazos (hoy Lampazos de Naranjo) el 24 de julio de 1809, hijo de Pedro José Vidaurri y Marí­a Teodora Valdés.

Estudia sus primeras letras en su tierra natal, y sale a la luz pública cuando el 12 de enero de 1832 sostiene en Monterrey una pelea con el soldado Juan Olivares a quien le cercena la mano izquierda. Es detenido y en la cárcel se esfuerza por salir, laborando como escribano oficial; cuando es libre, su trabajo le recomienda para seguir con ese oficio en la Secretarí­a General de Gobierno del Estado. El gobernador Juan N. De la Garza y Evia lo nombra oficial mayor de 1835 a 1837, y los gobernadores Joaquí­n Garcí­a de 1837 a 1839, Manuel Marí­a de Llano de 1844 a 1845, y Jerónimo Cardona de 1854 a 1855, lo nombran secretario general de gobierno.

Tras la guerra de invasión norteamericana y la venta de La Mesilla, el paí­s se convulsiona con los excesos cometidos por su sempiterno presidente Antonio López de Santa Anna, por lo que Juan ílvarez y otros caudillos liberales, lanzan el Plan de Ayutla en 1854. Este es el mejor escenario para que Vidaurri, ya un militar distinguido en el combate contra los indios, emerja como el lí­der regional más relevante del noreste nacional. Promulga el Plan Restaurador de la Libertad, que convoca a los estados de Nuevo León, Coahuila, y Tamaulipas a oponerse a los gobiernos despóticos proponiendo formar una entidad separada en tanto la situación nacional mejore.

Con este plan, Vidaurri se afilia al movimiento liberal del Plan de Ayutla, y se erige en gobernador de Nuevo León, del 23 de mayo de 1855 al 12 de diciembre de 1856, y después del 17 de agosto de 1857 al 25 de septiembre de 1859. Inicia un liderazgo regional encaminado a crear una república independiente de México, integrada por los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas llamada República de la Sierra Madre. Coahuila, recientemente cercenada por la guerra con Estados Unidos, secunda el Plan Restaurador de la Libertad. Sin embargo, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Vital Hernández ignora la propuesta vidaurrista. Vidaurri aprovecha que el Plan de Ayutla promete una nueva república sin fueros ni privilegios, para inquietar a los caciques y militares de Coahuila, deslizando la tesis de que deben proteger sus intereses con un cacicazgo mayor como el suyo —el de Santiago Vidaurri—, quien tení­a apoyo de los militares de toda la región desde que era comandante de las fuerzas combatientes a los indios bárbaros. Ya con el tutelaje polí­tico, declara el 19 de febrero de 1856 la anexión de Coahuila a Nuevo León.

Los operativos militares implementados por el gobierno federal se complican, y luego de varios enfrentamientos favorables al nuevoleonés, se dieron los Acuerdos de la Cuesta de los Muertos, el 18 de noviembre de 1856. En ellos, Vidaurri se compromete a reconocer al gobierno liberal de Comonfort, y el gobierno federal a respetar la unión de Coahuila a Nuevo León, si por referéndum el pueblo coahuilense lo acepta. Se somete a la voluntad popular, y los resultados son abrumadoramente favorables a la unión, con 4 mil 56 votos a favor y 260 en contra, mismos que son enviados al Congreso Constituyente federal de 1857, donde se reconoce a Nuevo León y Coahuila como un solo ser jurí­dico, el 5 de febrero de 1857.

Se declara formalmente la existencia de un estado llamado Nuevo León y Coahuila con capital en Monterrey, y desaparece Coahuila como entidad federativa soberana. Nuevo León evidencia notable mejorí­a en su hacienda, al disfrutar del producto de los impuestos de las aduanas coahuilenses. Se construyen importantes obras como la Alameda, la Plaza de La Llave, el Mercado Colón, y se edifica el Teatro del Progreso. Mientras Coahuila y su capital, Saltillo, empobrecen, y aní­micamente los coahuilenses se deprimen por sentirse "extranjeros en su propia tierra", gobernados desde una lejana y ajena ciudad de Monterrey, que "utiliza los recursos de la aduana de Piedras Negras, para su exclusivo beneficio", según declaraciones de distinguidos liberales, en tanto que el gobierno errante del presidente Juárez pena por falta de recursos. Para concretar las nuevas disposiciones constitucionales, en enero de 1863 se celebran elecciones para gobernador del estado de Nuevo León y Coahuila, en las que resulta electo Vidaurri. La administración liberal de Juárez, por la invasión francesa está en éxodo, y desde San Luis Potosí­ pide el 20 de enero de 1864 a Vidaurri —invocando su patriotismo—el pago de los aranceles de las aduanas, pero el lampacense responde el dí­a 24 que ello "traerí­a la ruina al estado", y en nueva carta del dí­a 30 amenaza con la independencia de Nuevo León y Coahuila, y Tamaulipas. Por eso, a principios del mes de febrero de 1864 llega a la ciudad de Monterrey el general Manuel Doblado con sus tropas y el dí­a 10, Juárez, estacionándose en Santa Catarina; Vidaurri no va a recibirlo, enviando en su lugar al diputado Garza Mireles.

Ante la presencia del ejército federal, Vidaurri se guarece en la Ciudadela, fuertemente resguardada, y se niega a entrevistarse con Juárez hasta que no se retiren las tropas de Doblado, a lo que accede el gobierno federal para facilitar un arreglo. El 12 de febrero de 1864 Juárez llega a Monterrey y Vidaurri se entrevista con él. Un hijo de Vidaurri (Indalecio), saca su pistola y declara el motí­n, por lo que Juárez sale rumbo a Saltillo. Vidaurri manda repicar las campanas, acompañadas de salvas de artillerí­a y verbena popular, y da la orden de "que no se obedeciese al gobierno de Juárez, se aprehendiese a sus agentes y se desconociese esa autoridad". De nuevo en Saltillo, el 26 de febrero de 1864, el presidente Benito Juárez, apoyado en las facultades extraordinarias que le habí­a otorgado el Congreso de la Unión, del 30 de mayo de 1863, decreta la separación de Nuevo León y Coahuila, en dos estados soberanos e independientes. Vidaurri huye a San Antonio Texas y regresa sólo para unirse al gobierno de Maximiliano, mismo que luego de una sangrienta guerra es derrotado por los mexicanos. Muerto Maximiliano, Vidaurri es preso y fusilado en la plaza de Santo Domingo de la ciudad de México, hincado y de espaldas por su calidad de traidor a la patria, el 8 de julio de 1867. Es todo un personaje nuevoleonés, del que se ha escrito mucho y falta mucho más. Su liderazgo es muy grande y actualmente tiene seguidores que aducen que con su gobierno, nuestro estado tuvo la grandeza que no ha vuelto a tener, pero sus contrarios olvidan todo lo bueno que hizo, para recordar su traición a la patria por haber apoyado y formado parte del gobierno espúreo del emperador Maximiliano de Habsburgo. La vida polí­tica de Vidaurri es muy rica históricamente hablando, y todos reconocemos en él a un hombre fuerte que quiso a su Estado pero perdió la ubicuidad al atentar contra la integridad de nuestro paí­s.

Fuentes: Un Imperio Venido a Menos, Editorial Porrúa, de Leopoldo Espinosa Benavides