CIUDAD DE MEXICO- El crimen organizado en México está provocando cada vez más problemas de escasez y desabasto de alimentos sobre todo entre personas pobres en diversas zonas del país, por el acoso que sufren productores y comerciantes para extraerles cuotas extorsivas que a veces resultan demasiado gravosas.

El caso más reciente ocurrió hace una semana en la ciudad de Chilpancingo, capital del estado sureño de Guerrero, donde expendios de carne de pollo de al menos seis mercados cerraron sus puertas ante el hostigamiento de las organizaciones criminales.

La medida fue adoptada luego que el pasado día 11, hombres armados asesinaron a cinco hombres (uno de ellos distribuidor de carne) y una niña en una granja de pollos en la comunidad de Petaquillas, que pertenece al municipio de Chilpancingo.

Unos días antes fue también asesinado un vendedor de pollos en uno de los mercados de la ciudad.

En el mismo estado, pero en el centro veraniego de Zihuatanejo, bandas criminales impusieron un toque de queda por tres días, y 50 locales de venta de tortillas de maíz (la base de la dieta de los mexicanos) cerraron también por problemas relacionados con la extorsión.

Otros casos similares ocurrieron en el estado de Chiapas, sureste del país, donde dos facciones de la banda llamada "Los Motonetos", se enfrentaron a tiros en San Cristóbal de las Casas, al disputarse el cobro de "piso", o "cuota de protección", en los tres mercados de la ciudad, que tuvieron que cerrar también sus puertas.

Adicionalmente, los precios de productos como el limón y el aguacate (palta) se han disparado por acciones vinculadas con la extorsión en el estado de Michoacán, de acuerdo con las autoridades locales.

Heliodoro Gil investigador del Colegio de Economistas de Michoacán, señala que más que la alta inflación que está castigando al país, como a muchas otras naciones en el mundo por la secuela de la pandemia de Covid y la invasión rusa en Ucrania, el aguacate y del limón han subido sus precios por la extorsión a productores.

Los agroindustriales que se dedican al cultivo de ambos frutos son objeto de hostigamiento de parte de organizaciones criminales en Michoacán, pero también en el occidental estado de Colima.

El también académico de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo afirmó que "el aguacate y el limón no corresponden a los mecanismos del mercado, sino más bien está determinado por el impuesto que cobra el crimen organizado".

En términos de valor del limón se elevó tres veces el kilogramo y el aguacate casi dos veces.

El 12 de febrero último, un grupo criminal amenazó a un inspector estadounidense que rechazó un lote de aguacates "falso", lo que llevó al gobierno estadounidense a prohibir por un tiempo la importación de ese fruto en el país vecino.

En el estado norteño de Tamaulipas, frontera con Texas, y en otras zonas del país, también se registran frecuentes robos de mercancías que transportan camiones portacontenedores sobre todo de alimentos.

Julio Almanza, vicepresidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), alertó que el acoso de las organizaciones delincuenciales amenaza con "generar desabasto general".

Almanza demandó al gobierno federal adoptar acciones apremiantes "para desarticular a los grupos" que extorsionan a empresarios del campo, en especial productores y distribuidores.

"Hay focos rojos serios y preocupantes" por los "grupos delictivos que operan sin control, los cuales han incrementado el acoso a productores y transportistas", dijo el dirigente."Existe un riesgo real y latente de un rompimiento nacional de la cadena de producción, abasto y distribución, dejando a grandes partes del país sin productos", indicó Almanza, quien expuso que, si no se despliega "una estrategia federal para garantizar el combate a estas actividades criminales", se puede "afectar a la economía".