25/Apr/2024
Editoriales

Un héroe demasiado joven

El llamado EJE conformado por Alemania, Italia y Japón utilizaron batallones infantiles durante la Segunda Guerra Mundial. Esto fue duramente criticado en los más destacados periódicos del mundo, por lo que esta historia es muy valiosa. Un jovencito con cara de adulto llamado Calvin Graham (abril 3 de 1930- noviembre 6 de 1992), fue el soldado más joven de Los Aliados pues se alistó como voluntario en la Marina en mayo de 1942, declarando que tenía más edad. Lo enviaron al acorazado USS South Dakota que participó en la batalla de Guadalcanal, el 14 de noviembre de 1942, contra los nipones. Graham destacó en la extinción de un incendio, y le dio la Estrella de Bronce, más el Corazón Púrpura, al ser herido en combate. Pero su madre fue a las autoridades militares a revelar la edad real de su hijo, y Graham fue arrestado por tres meses. Sin embargo, su hermana lo defendió amenazando con declarar la verdad a la prensa, lo que significaba un grave escándalo, pues cómo era posible que un niño combatiera con el uniforme de EUA. Lo liberaron pero en mayo de 1943 fue licenciado “con deshonor” por mentir y le quitaron sus reconocimientos, así como la paga que recibía por las heridas sufridas. Pero en 1947, al cumplir 17 años, Graham regresó a la Marina. Sólo que ahora tuvo mala suerte, pues a los tres años de servicio, sufrió un accidente rompiéndose la columna vertebral, y la Marina no lo ayudó económicamente por sus antecedentes. Toda su vida restante la pasó luchando por obtener ayuda médica y la limpieza de su expediente militar. Hasta que, en 1978, consiguió ser licenciado con honor y que se le devolviesen sus condecoraciones, menos la de Corazón Púrpura. Pero resulta que en 1988 se hizo famoso al filmarse una película biográfica suya para la televisión llamada Un Héroe Demasiado Joven. Al verla, el presidente Reagan ordenó que le reembolsaran de todos los gastos médicos que había hecho a raíz de su accidente, pero Graham ya no pudo encontrar las facturas médicas correspondientes y la indemnización sólo fue de 2 mil dólares que pudo comprobar. Pasaron tres lustros, y en septiembre de 1992 le devolvieron el Corazón Púrpura. Desafortunadamente lo disfrutó muy poco, pues murió el 6 de noviembre de ese mismo año.