MANAGUA  - Al menos seis personas han muerto en violentas manifestaciones en Nicaragua contra una polémica reforma al sistema de seguridad social, dijo la Cruz Roja el sábado, mientras aumenta la presión sobre el gobierno del presidente Daniel Ortega para detener el derramamiento de sangre en el país.

Nicaragüenses han estado protestando desde el miércoles contra los cambios, que elevan el aporte de los trabajadores y empleadores y reduce las futuras pensiones, lo que desató una de las mayores crisis en la administración de Ortega.

Lissett Guido, portavoz de la Cruz Roja de Nicaragua, dijo a Reuters que cinco de los fallecimientos ocurrieron en Managua, y uno más en el municipio de Tipitapa, al noreste de la capital.

“La mayoría han sido muertes por arma de fuego”, afirmó.

También hay decenas de heridos por impactos de bala y quemaduras. La policía antidisturbios ha utilizado gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar las manifestaciones. Las calles de Managua estaban en gran parte en calma la mañana del sábado, según testigos.

Guido dijo que el viernes en la noche voluntarios de la Cruz Roja tuvieron que suspender por algunas horas la atención a los heridos ya que voluntarios y ambulancias recibieron agresiones con piedras de personas que se manifestaban en las calles.

Agregó que no podía confirmar informes de medios locales de que al menos 10 personas habían muerto, ya que de haber más fallecimientos pudieron haber ocurrido en áreas en las que la Cruz Roja no ha tenido acceso.

La vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega, dijo que el gobierno está preparado para instalar una mesa de “diálogo” con los empleadores para poner fin a la disputa.

Al menos 28 policías resultaron heridos por choques con los manifestantes, dijo Murillo.

El gobierno argumenta que las reformas en el sistema de seguridad social son fiscalmente necesarias.

Al menos tres estaciones de televisión locales que transmitían las manifestaciones en vivo han tenido sus señales abruptamente cortadas.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó en un comunicado su preocupación por la violencia y ha pedido a las autoridades nicaragüenses que detengan los ataques contra los manifestantes y medios de comunicación.