Internacional

Entregan osamentas de niños víctimas de sangrienta masacre en Salvador

San Salvador - Las osamentas de seis niños víctimas de la masacre de El Mozote de 1981, la más sangrienta cometida por el ejército durante la guerra civil de El Salvador, fueron entregadas este miércoles por forenses a un organismo humanitario para su sepultura.

"Es importante recibir estas osamentas para ser entregadas a los familiares, para el proceso de duelo que tienen que seguir para superar los traumas", declaró el director de la ONG Tutela Legal, Ovidio Mauricio, luego de recibir las osamentas del Instituto de Medicina Legal, en San Salvador.

La masacre de El Mozote fue perpetrada entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981 durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992), por soldados del proscrito Batallón Atlacatl del ejército.

Sus miembros arremetieron contra niños, mujeres, ancianos y algunos hombres, acusándoles de colaborar con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en el poder desde 2009 tras convertirse en partido político.

Un censo realizado por el gobierno determinó que en la masacre de El Mozote hubo 978 ejecuciones, de las cuales 553 fueron de menores de edad.

Las osamentas de los seis niños fueron exhumadas de una fosa común en 2015, pero estaban muy deterioradas por lo que fue imposible identificarlos mediante ADN, explicó Mauricio.

El próximo sábado, los pequeños ataúdes blancos con franjas negras serán expuestos en la plaza central de El Mozote, 114 kilómetros al este de San Salvador, durante un acto conmemorativo que presidirá el presidente Salvador Sánchez.

Los infantes serán sepultados en uno de los monumentos a las víctimas en La Joya, una comunidad rural vecina a El Mozote.

Una Comisión de la Verdad creada en 1993 por la ONU culpó de la masacre al comandante del Batallón Atlacatl, el coronel Domingo Monterrosa, al jefe de operaciones, Armando Azmitia, y a otros seis oficiales.

Monterrosa y Azmitia murieron a 5 kilómetros de El Mozote el 23 de octubre de 1984, a bordo de un helicóptero saboteado por la guerrilla.

Las autoridades no han condenado a nadie por esta masacre, cuya crueldad conmovió al mundo.

En 2016 un juez inició un proceso judicial contra 18 militares implicados, luego de que la justicia derogara una ley de amnistía que en 1993 había perdonado las atrocidades cometidas en la guerra.