Salvador Dalí asistió en una ocasión a una cena.
Le tocó sentarse a su lado una señora que no dejaba de preguntarle cosas relacionadas con genios y cerebros privilegiados.
_Señor Dalí, le preguntó de pronto, ¿Cómo puede saberse si alguien tiene un cerebro privilegiado?
_Bueno, señora, eso no es tan difícil como parece. Si ese alguien ha nacido en Figueras y se llama Dalí… ahí lo tiene, ¡seguro que es un genio!
El artista pudo degustar tranquilo y en silencio su cena.