24/Apr/2024
Editoriales

Los Grandes Gobernadores de Nuevo León. Alfonso Martínez Domínguez. Segunda parte

En la primera parte referimos la sufrida niñez de Alfonso Martínez Domínguez. Su primer trabajo en el Departamento del Distrito Federal, su amplia carrera política considerada una de las más completas del México moderno. Su liderazgo entre los trabajadores del Distrito Federal, así como las dirigencias nacionales de la FSTSE, de la CNOP y del Partido Revolucionario Institucional.

 

Sus tres diputaciones, una de ellas por Nuevo León. La presidencia de la Cámara de Diputados le permitió tomar la protesta al presidente Gustavo Díaz Ordaz con quien hizo equipo de ahí en adelante. Comentamos que, al momento de presidir el PRI nacional y coordinar la campaña del candidato presidencial Luis Echeverría, éste comenzó a celarlo por el evidente oficio político de Martínez Domínguez y su indiscutible popularidad nacional.

 

Desglosamos su paso por la Regencia del Distrito Federal, truncada a los siete meses de gobierno por la matanza de estudiantes en el Jueves de Corpus, que hubo de cargar con la culpa periodística, quedando en el oscuro “ostracismo” lejos de los reflectores nacionales por largos años. De cómo Echeverría bloqueó sus posibilidades de ser el candidato del PRI a la gubernatura de Nuevo León, enviando en su lugar a Pedro Zorrilla, lo que difirió su proyecto político por seis años más.

 

El cabildeo con López Portillo

Hasta que, a mediados de marzo de 1979, llegaron los tiempos en que el PRI debía postular candidato a la gubernatura, iniciándose el proceso de auscultación y cabildeo del presidente José López Portillo. El inteligente mandatario escuchaba a nuevoleoneses como el canciller Santiago Roel, al ex gobernador Luis M. Farías, al ex alcalde Leopoldo González Sáenz, y a sus amigos de la Iniciativa Privada que había apoyado durante su primer trienio en la Presidencia de México. 

 

Esto hizo que Alfonso Martínez Domínguez –hábilmente- se apoyara en Hernán Rocha y en Alfonso Garza para construir una buena relación con los grandes empresarios locales, quienes no querían otro gobernante como Zorrilla que los ignorara en sus proyectos. Don Alfonso sabía que los industriales serían consultados, y del medio político utilizó los conductos de Roel, al que no le interesaba la gubernatura, y un par de militares de alto rango, amigos suyos, con acceso al presidente López Portillo. 

 

La política es una actividad que depende, en mucho, de la circunstancia.

 

Como la relación entre Echeverría y López Portillo estaba deteriorada porque el primero quiso establecer una especie de Maximato, al estilo de Plutarco Elías Calles en la pos revolución, hacían falta señales a la clase política nacional de que “los emisarios del pasado” –Echeverría y sus ex funcionarios- no mandaban. En tal circunstancia, reivindicar a Alfonso Martínez Domínguez significaba un golpe a Echeverría, y complacer al Grupo de los Diez grandes empresarios.

 

Cierto que, entre la clase política local, algunos veían con reservas a AMD porque se había formado en el centro de la República más que en Monterrey. Pero sus dos grupos, el de Conciencia y Participación Política de Arturo de la Garza, y “Los Pauraques” de Graciano Bortoni, lo promovían para que apadrinara generaciones de egresados de escuelas secundarias, o preparatorias y asistiera a reuniones sociales y políticas, dándole cierta omnipresencia. Y todos los políticos locales reconocían su personalidad y trayectoria política. 

 

Alfonso Martínez Domínguez, candidato del PRI a la gubernatura.

López Portillo advertía la llegada de una inédita bonanza económica a México (“aprendamos a administrar la abundancia”), pues los descubrimientos de nuevos yacimientos petrolíferos abundaban. Por ello se requería en Nuevo León un Gobernador de grandes ligas por tratarse de la entidad líder en materia económica. JLP estaba convencido que la fortaleza y capacidad de Alfonso Martínez Domínguez lo hacían el líder ideal para emprender los cambios necesarios en Nuevo León. Y Don Alfonso fue el candidato del PRI, viniéndole a tomar la protesta en el coso de la Plaza Monumental Lorenzo Garza, el dirigente nacional de ese partido Carlos Sansores Pérez. El PAN, por su parte, registró como candidato a José Ángel Conchello.

 

El PRI hizo campaña de forma tradicional. Eventos masivos, acuerdos corporativos con los grupos de peso dentro del gobierno como burócratas, maestros, y los grandes sindicatos. El PAN también realizó su campaña tradicional con las élites económicas y comerciales y, por primera vez, contó entre sus activos con la prensa Anti - PRI que permeaba a la clase media. Además, un grupo de jóvenes que, si bien no simpatizaba con los estudiantes de izquierda asesinados en 1968 y 1971, repudiaba la violencia desplegada por el Estado, y vinculaba a AMD con estos hechos históricos.

 

Así las cosas, en la votación celebrada el 1º de Julio de 1979, el candidato del PRI, PARM y PPS, Alfonso Martínez Domínguez, obtuvo el 76.3% de los votos y José Ángel Conchello del PAN sólo el 22.4%. Sin embargo, el PAN comenzaría a construir un voto duro que en el futuro le llevaría eventualmente a la gubernatura del Estado. 

 

El gobierno de Alfonso Martínez Domínguez puede dividirse en dos partes. La primera desde su inicio en 1979 durante la bonanza petrolera hasta la crisis económica de 1982 que coincidió con la última mitad del gobierno de José López Portillo. Y la segunda, un arduo pero sostenido proceso de recuperación económica durante la primera mitad del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, entre 1982 y 1985.

 

El inicio del gobierno de Martínez Domínguez

Comenzando, el gobernador Martínez Domínguez reorganizó la administración pública estatal. La Secretaría de Servicios Sociales y Culturales se convirtió en Secretaría de Educación y Cultura, quitándole las facultades deportivas y recreativas que se trasladaron a una nueva Dirección de Deportes y Recreación Popular que dependía directamente de la oficina del Gobernador. La Secretaría de Fomento Económico y Obras, se dividió en la Secretaría de Asentamientos Humanos y Planificación, la Secretaría de Obras Públicas y Proyectos, y la Secretaría de Fomento Económico, impulsando a cada uno de estos rubros. La Secretaría de Fomento Agropecuario, Bosques y Parques Estatales se convirtió en una Dirección General, dependiente del Gobernador.

 

AMD inició la transformación del Estado desde el inicio de su gobierno en 1979. Para solucionar el añejo problema social que comenzaba a tomar tintes políticos dañinos, Alfonso Martínez Domínguez implementó el Programa Tierra Propia encargado de otorgar títulos de propiedad a las familias de escasos recursos que eran posesionarios o paracaidistas en terrenos ajenos. Esta legalización de la tenencia de la tierra les permitía el acceso a los servicios públicos domiciliarios.

 

“Monterrey es una ciudad fea y chaparra, y yo la modernizaré”

Martínez Domínguez en campaña había hecho un diagnóstico demoledor de la ciudad: “Monterrey es una ciudad fea y chaparra” y yo la modernizaré. Se trajo a una ingeniera civil destacada que había trabajado con él en la regencia del Distrito Federal: Ángela Alessio Robles, para que proyectara una remodelación integral del centro de la ciudad. Para 1980 ya estaban los trabajos preliminares de demolición de cientos de construcciones viejas abandonadas negociándose con propietarios e inquilinos para poder abrir un espacio amplio y digno de la capital de Nuevo León. 

 

Como en toda gran obra urbana, se cometieron algunas arbitrariedades al destruir ciertas construcciones que debieron tal vez conservarse, pero a Martínez Domínguez le urgía avanzar –como si supiera de la crisis económica que estaba por estallar en México- en la Macroplaza, magna obra que tardaría casi cuatro años en terminarse.

 

Creación del ISSSTELEÓN

Su Gobierno creó en 1981 la Dirección de Servicios Médicos para dar servicios de salud a los trabajadores del Estado. Se utilizaron recursos e instalaciones que eran para el público general y se compartieron con los burócratas. Al año siguiente, organizó todos estos servicios en el ISSSTELEON (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Nuevo León) con la aportación de los maestros, trabajadores del Estado, de los Municipios y del propio Gobierno estatal. Así, el ISSSTELEON otorgaba a los trabajadores además del servicio médico, un seguro de vida, uno de cesantía, y una pensión por muerte beneficiando a hijos y viudas.

 

Una anécdota

Martínez Domínguez tenía un olfato político increíble y el colmillo para tratar a la gente dejaba huella en el camino. Siempre estaba cerca de su equipo de gobierno para que actuara con honestidad. Una vez reunió a todo su gabinete –el ampliado- y les dijo con voz y rostro molestos: _Tengo informes de que algunos de ustedes están abusando en el usar de la tarjeta de crédito del gobierno en los restaurantes, y eso no lo voy a permitir. Se hizo el silencio hasta que Lucas de la Garza, Secretario de Desarrollo Urbano dijo: _No sé si algunos de mis compañeros funcionarios lo hagan, Don Alfonso, pero en lo que a mí respecta, no tengo ni siquiera esa tarjeta que usted dice.

 

En seguida habló Héctor S. Maldonado –el titular del área laboral- afirmando lo mismo, y luego hablaron los demás funcionarios expresándose más o menos en los mismos términos. Entonces Martínez Domínguez le dijo sonriendo al tesorero: _Bien Don Víctor, eso significa que ese problema no lo tenemos y me da gusto. Había aventado ese buscapiés para saber si alguien caía confesando que estaba usando gastos de representación. Y de esos piales aventaba muy seguido a sus funcionarios.   

 

El apoyo a la pequeña y mediana industria

Para el apoyo de la industria suscribió con Nacional Financiera un Fondo de Garantía y Fomento a la Industria Mediana y Pequeña en Nuevo León, que otorgaba créditos y asesorías. Se creó otro fondo de Exportaciones de Productos Manufacturados; Fondo Nacional de Equipamiento Industrial para otorgar crédito a la industria en la adquisición de equipos modernos y menos contaminantes. Y el Fondo de Garantía y Fomento para la Agricultura que condonaba los impuestos a la comercialización de ganado y aves, así como las otras obligaciones agrarias.

 

En 1980, luego de diez años de negociaciones, se logró que el Gobierno Federal iniciara la instalación de una Aduana Interior en el límite de los municipios de Salinas Victoria y Ciénega de Flores lo que permitiría reducir el tiempo de los trámites comerciales de importación y exportación, abatiendo los costos de carga y descarga, de almacenaje y de transporte.

 

De la mano con el Gobierno Federal se instaló en Nuevo León el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica –CONALEP- en cumplimiento de la nueva obligación constitucional de capacitar a los trabajadores. Además, en las fábricas del Estado se instalaron 3 mil 454 comisiones mixtas –entre patrones y gobierno- de capacitación y adiestramiento.

 

El Desarrollo Urbano

Martínez Domínguez promovió en 1980 reformas legislativas para que en apoyo a los municipios se les otorgara el 48% de los impuestos estatales recabados en su territorio y en 1982 se les fortaleció en materia de autonomía de obras. En 1981 se promulgaron las leyes de Desarrollo Urbano del Estado, el Plan Estatal de Desarrollo, el Plan de Zona Conurbada del Área Metropolitana y los planes de desarrollo de todos los 51 municipios del Estado. Se hicieron grandes esfuerzos para zonificar el área industrial en pos de hacerla menos contaminante separándola de las viviendas. 

 

En el área de obras públicas se realizó un gran programa que inició desde el primer día de su gobierno con obras como la construcción de la Avenida Aztlán al norte de la ciudad, para que las colonias establecidas más allá del Penal del Topo Chico tuvieran comunicación con el resto de la ciudad. Para 1982 se habían ampliado o estaban en proceso de ampliación varias avenidas importantes de la ciudad como las de Lázaro Cárdenas, Gómez Morín con el paso de la Loma Larga, Morones Prieto, Bernardo Reyes, y dos decenas de pasos viales y puentes. Se edificó el primer paso a desnivel de tres niveles y el perfil urbano se transformó para convertir a nuestra ciudad metropolitana en la de vialidades más modernas del país.

 

Apoyos a Linares

La obra pública de Martínez Domínguez no era exclusiva del Área Metropolitana. Buscando la onírica descentralización del Estado, se llevó hasta las puertas del Parque Industrial de Linares el gas natural. Sin embargo, por falta de una demanda de este servicio estuvo ociosa la infraestructura, y cuando vino una crisis de abasto, PEMEX usó esa tubería como poliducto de Madero a Monterrey. Pero AMD logró que Linares fuera clasificada por el Gobierno Federal como Zona 1B, trayendo con ello estímulos fiscales y energéticos, similares a los grandes centros industriales del país. 

 

También en Linares se construyó durante su sexenio el necesario libramiento vial a Ciudad Victoria, y se descentralizó en mayor medida la UANL con la construcción de la Preparatoria 4, y los Institutos de Ciencias de la Tierra y el de Ciencias Forestales, se convirtieron en Facultades con edificios de primera línea. Además, en Linares se instaló una unidad del Conalep, y se creó la Unidad deportiva Elías Cantú, en un predio donado por este personaje local. 

 

Al construir la Presa Cerro Prieto en terrenos de Linares, así como el acueducto de Linares a Monterrey, se suscribió un convenio con la Federación para dotar de 500 litros por segundo a esa ciudad. Asimismo, se instaló una red de drenaje sanitario con su planta de tratamiento de aguas negras. Se construyó el Teatro de la Ciudad en el predio donde se ubicaba el Mercado viejo, mismo que se demolió. Además, el gobierno de Martínez Domínguez impulsó el crecimiento de la ciudad de Linares construyendo una unidad habitacional de Provileón y un fraccionamiento de Fomerrey. 

 

El cabildeo de los recursos federales

En esta primera parte del gobierno de Alfonso Martínez Domínguez abundó la audacia, pues sus gestiones ante la Federación fueron estupendas. Llegó al grado que los dineros del Plan Hidráulico de la presa Cerro Prieto salieron al ciento por ciento de la Hacienda federal. Un beneficio indirecto que obtuvimos los nuevoleoneses en ese Gobierno fue la politización de todos los segmentos sociales, pues imitar al gobernante es proclividad universal. Y Martínez Domínguez aspiraba y exhalaba política. 

 

La macro-crisis económica

Sin embargo, el cielo económico de México estaba preñado de negros nubarrones. López Portillo había contratado una enorme deuda pública para construir infraestructura petrolera en los recién descubiertos yacimientos de Cantarell, misma deuda que no se pudo pagar cuando la OPEP -Organización de Países Exportadores de Petróleo- incrementó la producción del hidrocarburo, causando una caída estrepitosa de los precios. La crisis económica que se generó no tenía precedentes, hay quien afirma que el daño económico fue similar al causado por la Revolución Mexicana. Continuará …

 

Fuentes

 

Génesis y Evolución de la Administración Pública de Nuevo León, Isabel Ortega Ridaura, Fondo Editorial Nuevo León.

Informes de Gobierno 1980, 1981 y 1982, versión electrónica.

Periódico Oficial del Estado de Nuevo León 1980, 1981 y 1982, versión electrónica

Mis tiempos, Biografía y testimonio político, José López Portillo, Fernández Editores.

Martínez Domínguez y yo, memorias de Graciano Bortoni Urteaga, Raúl Robledo Avalos.