Temuyín nació en Chita, actual Rusia en 1167. Cuando tenía nueve años quedó huérfano pues su padre Yesugel, de religión chamanista y del clan real Borijin, fue muerto por los tártaros a mediados del siglo XII. Cuando creció lo suficiente para defenderse, Temuyin se refugió entre la tribu de los keriat, liderados por Toghril Beg. Con su liderazgo natural, pronto reunió un temible ejército que derrotó a los merkit del norte de Mongolia, y a los mismos tártaros. Todos supieron que de su desempeño en las batallas era impresionante, motivo por el cual los nobles terminaron acomodados con Temuyín. Su fama fue creciendo hasta que lo aclamaron como su jefe y eso –como sucede en todas partes- desató lo habitual: la rivalidad con sus antecesores. Así que no le quedó otra alternativa que enfrentarlos, los venció a todos y los mató. Ya para 1206 era el mero jefe en la estepa, por lo que Temuyin fue proclamado Gengis Khan que significa “emperador de todo lo que está rodeado de mares”.

Unificó a las tribus mongolas y turco mongolas del Gobi bajo su mando, reorganizó su ejército que era muy poderoso al grado que Gengis Khan sintió que era el momento de realizar un sueño que de niño tuvo: dominar al mundo.

Comenzó por China, invadiéndola para someter al imperio Tangut de Hsi Hsia en 1209, luego dominó Manchuria. En 1215, la ciudad de Cambulac, hoy Pekín, y dejó encarrilado al general Mukali para que conquistara en su nombre el norte de China, mientras él iba a conquistar Kazajistán.

En 1221 se enfrentó al sah de Jorasmia, despojándolo de las ciudades de Bujara, Samarcanda, y Urguench, saqueando Tiflis, en Georgia; y Sudak en Crimea. Asoló Afganistán al mismo tiempo que sus generales aniquilaban al ejército de una coalición de príncipes ucranianos, a orillas del Kalka, y su hijo Tului invadía Jorasmia, la potencia mayor musulmana de Asia central. En 1225 Gengis Khan regresó a Mongolia y dos años después preparó una nueva expedición contra el reino de Hsi Hsia, pero no llegó a realizarla porque el 18 de agosto de 1227 a la edad de sesenta años, murió al caer de su caballo. Allí se dieron cuenta que el gran Gengis Khan era humano.