18/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Septiembre 25 de 1933: Inicia las clases la Universidad de Nuevo León, en cuatro facultades y seis escuelas. El 31 de mayo de 1933 se había promulgado su Ley Orgánica que “procura la educación integral del hombre en un plano de absoluta igualdad y en justo equilibrio de fuerzas, valores y actividades”. 197 alumnos se matricularon a nivel licenciatura y mil 229 de bachillerato. Abrieron: Medicina, Derecho, Ingeniería Civil, Química y Farmacia, la Normal, el Colegio Civil -Escuela de Bachilleres- la “Álvaro Obregón”, la “Pablo Livas”, Obstetricia, y Enfermería. Así empieza la Universidad de Nuevo León, con su lema “Mi raza como norma, la humanidad como horizonte”, siendo el centro de la cultura de Nuevo León y el noreste mexicano.

  Fueron los gobernadores Aarón Sáenz y Francisco A. Cárdenas quienes sembraron la semilla para instituir la educación universitaria, con una nueva ley de Instrucción Pública que urgía al Colegio Civil a convertir sus cátedras en universitarias, y en ese momento numerosos profesionistas se sumaron a la empresa.  

   Pero poco duró el gusto. Llegó la “socialización de la educación” del presidente Lázaro Cárdenas, y el rector Ángel Martínez Villarreal hizo la conversión ideológica sin libertad de cátedra. Hubo protestas y estalló una huelga que culminó en la disolución de la Universidad, el 28 de septiembre de 1934, creándose la Comisión Organizadora de la Universidad Socialista. Al año siguiente, el 7 de septiembre de 1935, el gobernador Pablo Quiroga la sustituyó por Servicio de Cultura Superior para continuar con las clases marxistas. Y creó el Instituto de Orientación Social, la Escuela de Cooperativismo y la Escuela Normal Socialista.

  Mientras el Departamento de Extensión Universitaria promovía la cultura, el departamento Deportivo fomentaba el atletismo, béisbol, fútbol soccer y fútbol americano. En diciembre de 1937 se creó la Escuela de Bachilleres nocturna -hoy Preparatoria 3-, para que los obreros pudieran acceder a estudios profesionales. En septiembre de 1938 se fundó el Hospital Civil José Eleuterio González, en mayo de 1939 la Escuela de Música y la Facultad de Odontología en septiembre. Y cuando llegó Ávila Camacho a la presidencia de la República en 1940, pronto regresó la libertad de cátedra y se restableció la Universidad de Nuevo León.

 

Se reabre la Universidad de Nuevo León

Con nueva Ley Orgánica en 1943, el gobernador Bonifacio Salinas Leal, el rector Enrique C. Livas, el comisionado de la Secretaría de Educación Pública, Octavio Véjar Vázquez y Raúl Rangel Frías, reanudaron con entusiasmo la enseñanza profesional. De esta etapa emergieron dos importantes figuras, el licenciado Raúl Rangel Frías y el doctor Eduardo Aguirre Pequeño, quien desde el Instituto de Investigaciones fomentó la creación de nuevas facultades y escuelas, como Ciencias Químicas en 1943, Ingeniería Mecánica en 1947, y Arquitectura también en 1947. Ahora el nuevo emblema de la Universidad es una antorcha, la flama y una elipse de electrón, más el lema “Alentando la llama de la verdad”, que augura nuevo destino científico y humanista. En 1949 el rector Rangel Frías estableció la Biblioteca Universitaria “Alfonso Reyes”, el Instituto de Estudios Humanísticos y la Escuela de Verano, convocando a los mejores maestros del mundo. Se construyó el actual edificio de la Facultad de Medicina, y en 1952 el actual Hospital Civil –hoy Hospital Universitario- para prácticas de estudiantes.

  Nacieron Filosofía y Letras, y entre 1950 y 1954, Comercio y Administración, Ciencias Físico-Matemáticas, Ciencias Biológicas, y Agronomía, gracias al doctor Aguirre Pequeño. Economía nació en 1957. Se creó el Patronato Universitario y se consiguieron los predios del antiguo Campo Militar para la Ciudad Universitaria. Los mecenas fueron Luis Elizondo, Joel Rocha, Manuel L. Barragán y Federico Gómez. Durante la rectoría y después la gubernatura de Rangel Frías, se construyeron los edificios de Leyes, Ingeniería Mecánica y Eléctrica y el asta bandera, inaugurados el 20 de noviembre de 1958. Hoy tenemos para fortuna nuestra, a una de las tres mejores y más grandes universidades de México, institución que fomenta además de la academia, la cultura, las artes y el deporte.