Uwe Jenchen, investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UANL, planteó algunas soluciones a la grave situación que manifiesta el suelo del estado

En el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2021, la Organización de las Naciones Unidas hace un llamado para transformar las tierras degradadas en tierras sanas, a fin de ayudar a recuperar la biodiversidad de nuestro entorno.

 Con esta premisa, el doctor Uwe Jenchen, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra, expuso las razones que han llevado a Monterrey y su área metropolitana a buscar soluciones a la desertificación en que se encuentra.

“Uno de los problemas de la desertificación de los suelos en diversas áreas de Nuevo León es la erosión que causa la deflación, la cual se da cuando el viento levanta partículas finas y las transporta a otro lado. Esto deja descubiertas las rocas que estaban en el subsuelo y, por ende, un paisaje desértico, aunado a la falta de vegetación típica de la zona que pueda protegerlo”, dijo Uwe Jenchen, Profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UANL.

Esa falta de cobertura de las pantas provoca que el suelo se erosione cada vez más y con mayor constancia: “La arena se arrastra y tenemos que pensar que esas superficies son muy viejas y eso origina también que, por ejemplo, queden al descubierto fósiles de hace miles de años en los desiertos”, precisó.

Igualmente señaló que existen fenómenos naturales como El Niño y La Niña que influyen en la desertificación ya que su presencia aumenta o disminuye las zonas de vulnerabilidad, además de que su actividad provoca, entre otras cosas, que lleguen corrientes de agua fría a territorios a donde no deberían de llegar.

De acuerdo con la experiencia de Uwe Jenchen, el hecho de que Nuevo León haya  sufrido el invierno más seco y caliente en los últimos veinte años ha agravado la sequía en el estado, obligando a la dependencia de Agua y Drenaje a hacer recortes en el suministro de agua.

 Sin embargo, según sus propias palabras, algunos fenómenos naturales cuya presencia no suele ser bien vista podrían ayudar a atenuar esta situación.

 “Estamos atentos a la temporada de huracanes porque los efectos de fenómenos como El Niño y La Niña podrían beneficiar el llenado de los mantos acuíferos de la región”,  aseguró el investigador de la UANL.

La gravedad de la sobreexplotación

Uwe Jenchen, quien mantiene en la Facultad de Ciencias de la Tierra líneas de investigación relacionadas con la sedimentología y el análisis de cuencas, centró su atención en cuatro factores que contribuyen al deterioro de la calidad de suelo.

1 La realización de pozos profundos para la extracción de agua, ya que al hacerlo el nivel freático baja y las sales suben y se quedan en el suelo, comenzando así la destrucción de una zona determinada.

2 El aumento de la población de ganado al no estar bajo regulaciones. Al momento en que el ganado comienza a sobrepastar se pierde la cubierta delgada de la vegetación y comienza la erosión con los vientos.

3 Las reforestaciones, debido a que no han tenido el efecto deseado, incluso en cien años los bosques serán diferentes a los actuales ya que los árboles más recientes buscarán echar sus raíces en los nuevos niveles de los mantos acuíferos.

4 La guerra y la migración, al aumentar la desertificación y las sequías en cuanto se deterioran o sobrepueblan zonas que anteriormente no estaban habitadas.

Detener la desertificación

El doctor Uwe Jenchen recomienda emprender algunas acciones que ayudarían a detener la grave situación que vive el mundo entero y de la cual no escapan ni México ni Nuevo León.

“Lo primero que hay que hacer es ser más cuidadosos con el uso del terreno que tenemos.  Estamos creciendo en todas las direcciones y lo que perdemos ya no se recupera, igual que sucede con el gasto de agua. Debemos estar conscientes de que lo que hacemos mal en México repercute en todo el mundo“, sugirió.

 “Nuestro territorio no termina en nuestros límites. Tenemos que cuidarlo. Necesitamos pensar en energías renovables, realizar proyectos de reforestación bien monitoreados con gente de experiencia. Debemos hacer reforestaciones inteligentes, valorar y proteger bien las zonas frágiles, entenderlas y aprovecharlas, sin explotarlas al máximo, además de aumentar las zonas protegidas”, señaló Uwe Jenchen.

 Por último, Jenchen advirtió sobre la necesidad de evitar la deforestación en las faldas de los cerros en pos de la construcción y aumentar ahí las zonas protegidas.