04/May/2024
Editoriales

El inicio del fin de la era neoliberal

Algunos analistas han polemizado sobre el futuro del neoliberalismo, una corriente económica y política que se popularizó en los años ochentas del siglo pasado y que promovió y consolidó con éxito la globalización de los mercados, el libre comercio y la libre circulación de bienes y servicios, a través de tratados de libre comercio.

 Dos ejemplos exitosos de la globalización que trajo el neoliberalismo son el de la Unión Europea, así como el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, dos regiones muy dinámicas, económicamente hablando.

 Estos analistas señalan que la caída del neoliberalismo está en curso, y dio inicio con la crisis del subprime de 2008, originada en el mercado de préstamos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos, cuando las instituciones financieras norteamericanas otorgaron préstamos hipotecarios a personas con bajos ingresos y posteriormente vendieron esos créditos a inversores en el mercado de valores. El resultado fue una crisis mundial que provocó la quiebra de Lehman Brothers una empresa de servicios financieros fundada en 1850, con sede en Nueva York, que se especializaba en la inversión bancaria y el mercado de valores.

 Aseguran sus críticos que durante el período neoliberal, los ricos se han vuelto más ricos y los pobres, son también más pobres, además de haberse incrementado notablemente el número de personas en pobreza.

 Hoy enfrentamos otra crisis mundial por las altas tasas de inflación en las principales economías del mundo, la amenaza inminente de una recesión económica global, provocada por las altas tasas de interés, el incremento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la guerra en Ucrania, el excesivo endeudamiento de las naciones en desarrollo y el BREXIT entre otros.

 Nadie puede predecir el futuro, pero ya se vislumbran algunas tendencias económicas que han presentado en tiempos recientes, las que perfilan un cambio de modelo económico. Una de estas tendencias consiste en reestablecer las barreras arancelarias que algunos países imponen para ofrecer un mayor proteccionismo a su industria, lo cual constituye una regresión al pasado.

 El cambio climático, es otro fenómeno que afecta al modelo económico. Desde hace un par de décadas han intentado detenerlo sin éxito. El cambio climático tendrá un impacto en la economía global, al verse obligadas numerosas empresas cambiar el sistema de producción para dejar de emitir gases con efecto invernadero, lo que producirá menor crecimiento económico y desempleo. 

 Igualmente, el avance de las tecnologías digitales seguirá transformando el comercio, la producción de bienes y servicios y sin lugar a dudas, el empleo del futuro también.

 No puedo afirmar que estamos ante el fin de la era neoliberal, pero sí puedo asegurar que estamos frente a tiempos inéditos que cambiarán la forma de hacer negocios. El modelo neoliberal tendrá que dar paso a un esquema menos desigual para ampliar las ínsulas de prosperidad y reducir el océano de pobreza; se requiere de un modelo económico que integre al medio ambiente en su ecuación, porque las empresas contaminantes tendrán que cerrar o cambiar su modelo de producción, para dar paso a uno que garantice la eliminación de la huella de carbono y la huella hídrica en sus cadenas de producción, o al menos ofrecer una reducción drástica en ambos conceptos.

 

 El reto es grande, pero el tiempo que tenemos para esa conversión ya es demasiado corto.