Un año más, estamos tocando ya la noche de Navidad, hay fiesta en los hogares cristianos. Hasta el mundo descreído se regocija impulsado por la fuerza misteriosa. En una noche helada, allá en humilde portal, se oyeron cantos celestes, las voces cruzaron los aires, y aquella frase quedó grabada para siempre en todos los corazones: “Gloria a Dios en las alturas, y Paz a los hombres de buena voluntad”.

 La Navidad siempre trae un rayo de luz y de esperanza. La nostalgia y el recuerdo de quienes marcaron nuestras vidas se hace presente. Hace apenas unos días, el Maestro César Lucio Coronado, en una brillante intervención en un conversatorio cultural organizado por el grupo Diálogos de Historia, resaltaba la memoria de un cristiano ejemplar, el Licenciado Ricardo Margain Zozaya, que influyó para que como a Jesús su hermano - recientemente fallecido- y a él mismo ,les apoyara para culminar sus carreras. Debo decir lo mismo para mi persona, que me ayudó a costear mis estudios y a enseñarme a ser un hombre de bien . Siempre en estas fechas se hace presente en nuestro hogar y nuestra familia. Llegamos a Monterrey casi niños, con un veliz con poca ropa, pero lleno de ilusiones . Con paciencia franciscana, periódicamente me revisaba las calificaciones y me llamaba a aplicarme cuando era necesario. Ya lo decía el Dr. Basave en su oración fúnebre: “ Se entretenía, perdía horas enteras, escuchando a un elevadorista que buscaba su consejo legal y su defensa, o a un padre de familia que vivía en otra ciudad y que quería confiarle la custodia de un hijo que venía a estudiar a Monterrey”. Todo ello sin estruendo, sin que la mano derecha se percatase de lo que daba la mano izquierda”.

 En estos días convulsionados, ahora que el Mundo parece alejarse de los valores eternos, cuando parece olvidarse de las enseñanzas maravillosas de un Dios que se complace en la Verdad y en el Bien, hagamos votos porque la semilla esparcida desde hace más de veinte siglos, florezca en acciones de verdadera comprensión humana en la conciencia de los hombres, aún de los incrédulos y fanáticos.

 Recordemos que el Mundo, si bien es cierto que por momentos parece cultivar un aturdido neopaganismo, también es verdad que se hacen esfuerzos, limpios y generosos, por no dejarse arrebatar aquellos restos de espiritualidad en que se fundamentan las buenas acciones; y es que la humanidad quiere seguir amando, seguir creyendo , más no quiere que se repita otro calvario.

 Que por sobre todas las obscuridades, brille en nuestro camino la estrella de la Navidad, fuente de paz en el alma y augurio de dicha y prosperidad.

 Ante este cuadro maravilloso, quiero expresar mi deseo, porque esta Navidad sea para todas las familias, una fecha de bendición. Que el Niño de Belén, llene nuestra alma de gracia, para asegurarnos un optimismo lleno de fe, que dentro de las circunstancias difíciles por las qué pasa la humanidad, nos conduzca con felicidad a través del año 2023. Que por sobre todas las obscuridades, brille en nuestro camino la estrella de la Navidad, fuente de paz en el alma y augurio de dicha y prosperidad.