Internacional

El presidente catalán cesado sopesa pros y contras de volver a España

España - El cesado presidente catalán Carles Puigdemont sopesaba el sábado la posibilidad de quedarse en Bruselas o de regresar a España, donde podría ser detenido, tras la victoria electoral de su campo independentista.

A la pregunta "¿Puigdemont está dispuesto a volver?", uno de sus abogados en Cataluña respondió: "en principio sí, pero mi consejo es que se tiene que valorar mucho (ya que) en el momento en el que vuelva aquí será detenido", dos meses después de la infructuosa proclamación de la república catalana.

"Se tiene que valorar hasta qué punto vale la pena, si puede hacer más dentro o fuera, es evidente que si vuelve y es encarcelado, esto generará [...] un conflicto político muy importante", añadió Jaume Alonso-Cuevillas en Catalunya Radio. "Es una decisión política que se tendrá que tomar en los próximos días".

"Contemplamos todos los escenarios", afirmó por su parte la directora de campaña del partido de Puigdemont, Elsa Artadi, interrogada el sábado en Bruselas por la emisora catalana Rac1.

Artadi insistió en que la victoria de los independentistas - con 47,5% de los votos pero mayoría absoluta en escaños - era la de "todos" los partidos separatistas, que tendrían que sentarse a dialogar para formar un gobierno.

También reiteró el llamado a "un diálogo con el gobierno español" de Mariano Rajoy.

Este sábado, en un raro momento de unidad entre los barcelonistas independentistas y unionistas, se disputó el clásico futbolístico Real Madrid-Barça. Los azulgranas se impusieron 3-0 en el estadio Santiago Bernabéu con goles de Messi y Suárez.

Rajoy avisó el viernes, al día siguiente de los comicios, que el próximo gobierno catalán, sea cual sea, tendrá que cumplir la ley. "Espero que haya un gobierno que abandone las decisiones unilaterales y que no se sitúe por encima de la ley", dijo Rajoy.

El presidente fue el gran derrotado de unos comicios que él mismo convocó y en los que su Partido Popular (PP) pasó de 11 a tres escaños.

Con esas declaraciones, Rajoy dio a entender que no le temblará el pulso para recurrir de nuevo al artículo 155 de la Constitución, usado por primera vez en la crisis catalana, que le permitió destituir al gobierno y convocar elecciones.

En el otro lado, Puigdemont, cuyo partido, Juntos por Cataluña, fue contra todo pronóstico la lista independentista más votada, insistió en reclamar un referéndum de independencia. "Queremos votar para decidir nuestro futuro", afirmó desde Bruselas.

Puigdemont afronta ahora formar gobierno con sus socios independentistas de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) en circunstancias extrañas y sabiendo que le espera probablemente la cárcel si vuelve a España.

El portavoz del ERC, Joan Tardà, se dirigió a Puigdemont en un tuit en el que lo denominaba "presidente": "Lo esperamos para que diriga la Generalitat [el Ejecutivo catalán] con el vicepresidente [Oriol] Junqueras", líder de la formación, también cesado y en prisión desde el 2 de noviembre.

- "Una sociedad más polarizada" -

"Estamos ahora en una sociedad más polarizada, más enfrentada, con lo que la posibilidad de una solución consensuada es ahora menor de lo que era hace un año", dijo a la AFP el analista político Oriol Bartomeus, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

"Seguramente seguiremos con un gobierno que no funciona" y "que afectará seguramente a la situación económica. Ya veremos qué pasa con las empresas que se han marchado, ya veremos qué pasa con las empresas que todavía están aquí", añadió.

Más de 3.100 empresas, entre ellas los principales bancos, trasladaron su sede social fuera de Cataluña desde el principio de octubre, temerosas de la incertidumbre política.

"Nadie invertirá en Cataluña hasta que se aclare la situación", añadió el economista José Carlos Díez.

- La gran novedad -

Si acaso, la única gran novedad que aportaron los comicios fue la primera victoria de un partido antinacionalista catalán en unos comicios.

Ciudadanos ganó en votos (25%) y escaños (37) pero no podrá gobernar, salvo enorme sorpresa, porque las listas independentistas suman más.

Inés Arrimadas, líder de la formación en la región, declaró el sábado que "la primera fuerza política en Cataluña es Ciudadanos, una fuerza constitucionalista", en una entrevista publicada en diario El Mundo.

"Eso, de cara a la visibilización de que no hay una mayoría social en Cataluña a favor de la independencia, es fundamental", insistió.

Ciudadanos estará al acecho por si los independentistas no consiguieran sumar, y Rajoy respondió a una oferta de Puigdemont para reunirse en algún lugar de Europa en estos términos: "Con quien tendría que sentarme (a hablar) es con quien ha ganado las elecciones, con la señora Arrimadas".