02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 25 de 1964: recibe el presidente Adolfo López Mateos el terreno de El Chamizal que peleaban México y Estados Unidos desde 1866. Un territorio mexicano de 2.4 km2 en la frontera entre México y Estados Unidos, entre El Paso Texas y Ciudad Juárez, que por cambios en el cauce del río Bravo, quedó del lado norteamericano. Ambas naciones reclamaban el terreno, pues en el Tratado de Guadalupe Hidalgo se fijó el río como límite de cada uno de los dos países, pero nadie contaba con un fenómeno natural que se presentó entre 1852 y 1868, cuando el cauce de este río se movió hacia el sur, “comiéndose” territorio mexicano. Esto provocó que Estados Unidos dijera que ya era de ellos y se hizo un fuerte debate hasta que en 1895 un grupo de mexicanos inició una demanda en la Corte Primaria de Demandas de Juárez para recuperar ese terreno.

En 1910, los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron someterse a un arbitraje y se estableció un tribunal para ello. Ese tribunal recomendó en 1911 que el predio en disputa se repartiera entrambas naciones, correspondiéndole la mayor parte a México. En ese periodo de demanda y pleito que amenazaba las buenas relaciones de México y EUA, a la parte de tierra que quedaba entre lo dos cauces del río, el anterior y el nuevo, fue conocida como La Isla de Córdoba, una extraña figura de una isla mexicana dentro del territorio norteamericano.  

El 14 de enero de 1963, el presidente John F. Kennedy acepta establecer la frontera en base al arbitraje de 1911, mediante el cual, México recupera 1.5 km2 del área del Chamizal y 28 hectáreas al este de la isla de Córdoba. Firman un acuerdo los representantes de ambas naciones, siendo esta es la única ocasión en que México recupera –hasta ahora- territorio que Estados Unidos toma de nuestro patrimonio nacional.