Internacional

Tokio, Seúl y Pekín, unidos por la desnuclearización de Pyongyang

Los países celebraron en Tokio su primera cumbre trilateral desde 2015, centrada en el diálogo con Corea del Norte.

Tokio - Los líderes de Japón, China y Corea del Sur mostraron este miércoles (09.05.2018) su unidad de cara a lograr la desnuclearización de Pyongyang, en plena vorágine de movimientos diplomáticos antes de la esperada cumbre entre Estados Unidos y el hermético régimen.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, su homólogo chino, Li Keqiang, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, celebraron en Tokio su primera cumbre trilateral desde 2015, que estuvo centrada en el diálogo abierto con Pyongyang para que abandone su armamento nuclear.

Los tres mandatarios expresaron su respaldo al compromiso intercoreano para lograr la "completa desnuclearización" y una paz duradera en la península y se comprometieron a colaborar en esa dirección, aunque también sacaron a relucir sus divergencias a la hora de lidiar con Pyongyang.

Abe destacó la importancia de la llamada "Declaración de Panmunjom", y pidió "mantener las sucesivas resoluciones de Naciones Unidas para solucionar los problemas norcoreanos" en alusión a las sanciones que pesan sobre Pyongyang, en una intervención conjunta al término de la reunión.

"Buena dirección" del diálogo

El primer ministro chino, por su parte, subrayó "la buena dirección" en la que avanza el diálogo en la península, y afirmó que Pekín "pondrá todos los esfuerzos para lograr la desnuclearización" de Corea junto a Seúl y Tokio.

El gigante asiático, principal aliado del régimen Juché, es favorable a ofrecer incentivos a Pyongyang a cambio de su desnuclearización como relajar las sanciones u ofrecerle ayudas económicas, aunque Li no hizo ningún comentario al respecto.

Asimismo, el presidente surcoreano ensalzó el respaldo recibido por Li y Abe a la "Declaración de Panmunjom" firmada por las dos Coreas en la cumbre del pasado 27 de abril, y prometió hacer "todo lo posible" por implementar dicho pacto.

La cumbre representa un intento de Abe por asumir un mayor protagonismo en el diálogo abierto con Pyongyang -sobre el cual el líder nipón se ha mostrado muy escéptico-, un proceso impulsado por Moon y en el que Pekín también ha desempeñado un papel clave.