El cuadro de escándalos de corrupción que se ventilan en este momento en nuestro país es suficiente para desmoralizar a toda una generación, especialmente a los llamados "milenials", los jóvenes que van desde los 18 hasta los que tienen un poco más de 30 años, simplemente por hacerles sentir que en este país el gobierno y buena parte del sector privado son basura y que también lo son los diferentes partidos políticos y hasta instituciones como la iglesia católica, la suprema corte de justicia, las corporaciones policiacas etc. En cada una de estas instituciones se ha encontrado algún caso de corrupción, desde el simple desvió de dinero hasta la pederastia o el fraude a gran escala, esos sin mencionar los grandes e insultantes sueldos que reciben algunos funcionarios.
En este momento en que uno de sus ex gobernadores, el de Sonora, anda prófugo ya el PAN designo a un comisionado anti corrupción del partido. También el PRI , quien también tiene un ex gobernador o gobernador con licencia prófugo, designará uno y seguramente se sumaran otros partidos. Esta es una acción que solo profundiza la desmoralización de los jóvenes y de la gente común que no participa en la política. Nos referimos al hecho de que los principales actores de los escándalos de corrupción se presenten ahora como paladines de la lucha contra este mal. Es decir, resulta risible que el PRI o el PAN le digan al país que "vamos a combatir la corrupción dentro de nuestras filas". Todo este cuadro que hemos descrito solo desmoralizara más a los mexicanos en general sino que puede conducir a una profunda anomia social o desencanto hacia las instituciones públicas lo que puede conducir a la desintegración de este país como nación.
