Espectáculos

La leyenda se llama James Dean

James Dean (febrero 1931 – septiembre 1955) realizó tal vez la más breve y espectacular carrera cinematográfica exitosa del mundo. Ocupó un poco más de un año y tres pelí­culas para ser considerado un estereotipo social del rebelde sin causa, un joven en jeans fumando y con un peinado de copete.

El ánimo depresivo de la juventud norteamericana en los años cincuenta quedaba reflejada en su imagen: un chico de cabeza ladeada y un cigarrillo colgando en sus labios, que evocan las canciones, clubes de fans y hasta una estampilla local, convirtiéndose en el fenómeno de moda en la cultura popular estadounidense.

La historia inicia cuando Dean se mudó en 1949 de una granja de Indiana a California, pues habí­a crecido entre la necesidad de producción agropecuaria de la pos guerra y el impulso al campo nacional. Lo primero que hicieron su padre y su madrastra fue matricularlo en el Santa Monica College, iniciando estudios en leyes, sin embargo, a la única clase que le poní­a atención y nunca faltaba era la de teatro.

Dos semestres fueron suficientes para entender que su vida no serí­a el Derecho, así­ que decidió salirse para trabajar de empleado en un estacionamiento, viviendo en forma precaria. Pero él querí­a ser actor y buscaba audiciones con cualquier empresario teatral. Consiguió aparecer en algunos comerciales de televisión y de allí­ algunos papeles de relleno en el cine. Pero escuchó a alguien decir que en Nueva York hací­an falta actores jóvenes, y para 1951 ya habí­a arribado a la Urbe de Hierro. Se contrató como cobrador en un autobús, hasta que consiguió dos papeles minúsculos en Broadway. Pero esa experiencia le dio buenos frutos puesto que en 1954 James Dean consiguió el papel de Cal Trask, un adolescente conflictuado en una versión cinematográfica de la novela East of Eden, donde se proyectó como él querí­a, así­ que en 1955 fue llamado para hacer un papel de ese mismo tipo en Rebel Without a Cause.

Las cosas cambiaron de repente, pues el éxito de "Al este del paraí­so" fue muy exitosa y lo primero que hizo fue comprarse un automóvil Porshe 356 convertible, todo un lujo. Para junio de ese año, James era un principiante corredor de autos con tres eventos para esos efectos ya programados. En julio terminó de rodarse la pelí­cula de Rebelde Sin Causa, y viajó a Texas para reunirse allá con los otros integrantes del elenco de la pelí­cula "Giant", su tercera cinta, en la que harí­a papel coestelar con artistas de la talla de Elizabeth Taylor y de Rock Hudson.

Desde luego que su papel en esa cinta era el mismo, de un joven inadaptado pero ahora de un ranchero inteligente y con iniciativa. En septiembre de 1955, exactamente el dí­a previo a terminar "Gigante", James se compró otro Porshe, pero ya del tamaño 550 color plateado al que bautizó con el mismo nombre que le habí­an puesto en el set: Little Bastard, pidiendo que pintaran esa leyenda en la parte de atrás del bello automóvil. Buscó una carrera para participar y a finales de mes, junto con su mecánico Rolf Wutherich salieron de Los íngeles rumbo a Salinas, donde era la carrera mencionada. Este joven actor en busca de emociones con la velocidad fue detenido por precisamente ese problema a las 3:30 pm por una patrulla que le multó.

Dos horas y media después, circulando por la ruta 466 volvió a acelerar duro cerca de la ciudad de Cholane, y de repente vio un automóvil Ford Tudor que vení­a en sentido contrario, tripulado por Donald Turnupseed, quien descontrolado dio un giro exactamente frente al bólido que conducí­a James Dean, chocando ambos vehí­culos. El Porshe quedó desecho. Rolf el mecánico herido, Donald prácticamente ileso pues pudo caminar para pedir ayuda, y James murió al llegar al Paco Robles Memorial Hospital. No habí­a pasado un mes cuando se estrenó Rebelde sin Causa, y en ese momento inició la leyenda de un joven de 24 años que vivió y murió a gran velocidad, y fue sepultado en el Park Cementery, de Fairmont, Indiana.