Declarado en Diciembre del 2011 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) , se celebra el 21 de marzo el Día Mundial del Síndrome de Down, una combinación cromosómica que siempre ha estado presente y que existe en todas las regiones del mundo. Se eligió ese día por tratarse del cromosoma 21 y el mes número 3 que se usa para la trisomía del cromosoma que da origen a dicho síndrome. Recibe el nombre del doctor británico John Langdon Down, el primero en describirlo acuciosamente en 1866.
La ONU estima que la incidencia a nivel mundial oscila en uno de cada 1100 recién nacidos. A principios del siglo 20, se estimaba su promedio de vida en menos de 10 años. Actualmente el 80% de los adultos con síndrome de Down supera los 50 años.
La persona con Síndrome de Down , tiene 47 cromosomas en vez de los 46 usuales, estos tienen una copia extra del cromosoma 21. De allí que se le llame trisomía 21. Independientemente de las características científicas, el aprendizaje y las habilidades dependen del entorno y los estímulos familiares que reciben, por eso la ONU recomienda la intervención temprana y la educación inclusiva. Aquí quiero mencionar que son unas personas encantadoras e inteligentes que emocionan a quien las trata.
Habría que cambiar a nuestra sociedad para que se integren de manera más activa a la misma, ya que para ellos, no hay hipocresía ni maldad y son seres humanos muy sensibles, que no padecen ninguna enfermedad sino una condición con la que se nace y con la que tienen que vivir todos los días de su vida.
Es muy importante mencionar la excelente campaña lanzada en España el año pasado, inspirada en el sentimiento de una niña de 4 años, hacia su hermano mayor con síndrome de Down. El mensaje final de esta campaña va dirigida a toda la sociedad y es : “Mi hermano es perfecto tal como es. Ojalá todos los niños tuvieran mi suerte”.
El objetivo es resaltar los avances que viven las personas en esa condición y que la sociedad sea incluyente con ellos. Una campaña muy loable que se llama “La suerte de tenerte”.
