La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel, está sudando la gota gorda para no ser castigada por haber plagiado su tesis profesional a nivel académico de doctorado.
Este problema del plagio -además de inmoral e ilegal- es grave porque se viola el derecho de autor que tiene quien escribe una idea y un tercero se la roba, y lo peor es que en estos tiempos ya está al alcance de cualquiera el programa de Chat GPT, que en tiempos increíblemente breves, escribe un trabajo de cualquier tema en base a la Inteligencia Artificial.
Este programa bien pudo haberse llamado ChatDumas, pues al novelista francés
Alejandro Dumas, en su tiempo lo acusaban de ser plagiario y una vez contestó a su acusador:
“Yo, como Shakespeare, tomo lo bueno donde lo encuentro”.
Sin embargo, se dice que Dumas dijo que “El plagio es perdonable a condición de que vaya seguido del asesinato”, indicando con ello que la obra resultante del plagio ha de ser superior a la plagiada.
Por ejemplo, William Shakespeare “tomó prestados” a Romeo y Julieta de una novela de Mateo Bandello, escritor italiano del que pocos se acuerdan.
_Es un ejemplo que yo no puedo seguir. No hago una obra de creación, sino que, humildemente lo confieso, voy espigando en mis lecturas aquello que creo que puede interesar a mis oyentes, hoy mis lectores.
Firma: Carlos Fisas