23/Apr/2024
Editoriales

Entrecurules 06 09 2018

"La paz que vivimos encierra un contenido completamente diferente a la que vivió ufanamente la dictadura porfirista".

 Esta encubría situaciones injustas y sostenía privilegios odiosos; la paz que disfrutamos es indispensable para el crecimiento de nuestra Patria y sirve para que se conjuguen los esfuerzos de todos, a fin de crear condiciones de vida superiores.

 Este fragmento de discurso fue pronunciado por Alfonso Corona del Rosal, en el Monumento a la Revolución el 20 de noviembre de 1959.

Y recordó en ese año que han transcurrido cuarenta y nueve años desde la iniciación del gran movimiento social que sacudiera a México hasta sus raíces.

 Hombres y mujeres de los diversos niveles sociales, económicos y culturales, fueron impulsados por la realidad existente y por ideales heredadas de las generaciones anteriores que, a su vez, combatieron para darle a México independencia y soberanía, y a los mexicanos dignidad y libertades.

 Hay que recordar que diferentes ideales y motivos originaron importantes luchas; pero ellas tienen un fondo común: las profundas desigualdades económicas de nuestras clases sociales, muy especialmente la concentración de las propiedades de las tierras en unas cuantas manos que causó el descontento de las mayorías del País.

 Siempre fueron los campesinos quienes dieron el mayor contingente para hacer triunfar las grandes causas de México, porque no veían satisfechos sus anhelos de poseer "un pedazo de la morena tierra mexicana", que fructificaba con sus esfuerzos.

 Esa ansia por la tierra ha sido la médula y raíz de nuestras principales luchas, y por ello la Revolución Mexicana tiene, y seguirá teniendo, un aspecto predominantemente agrario y su Partido es celoso vigilante de ese aspecto fundamental aspecto de la Revolución.

 El grito que aún resuena por todos los valles "Tierra y Libertad", significa también que el solar patrio  es y debe ser para los mexicanos; además, un instrumento capaz de permitirles elevar sus condiciones de vida y disfrutar de las libertades legadas por nuestros principios de la Independencia y la Reforma.

Este fragmento de discurso está en el libro de "La oratoria en México" que recopila discursos que van de la Independencia de México hasta la etapa institucional contemporánea.