01/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 03 de 1982: muere a los 76 años de edad en Monterrey el aguerrido dirigente sindical Tomás Cueva Domínguez. Nació en 1906 en Hidalgo, NL, de donde vino a estudiar en el Colegio Civil de Monterrey, descubriendo su vocación política, y cuando consiguió un empleo en Ferrocarriles Nacionales de México, se decantó por la ideología comunista, comenzando a hacer méritos en el PCM hasta que consiguió viajar a Rusia y su fuerte personalidad le abrió paso para ser recibido personalmente por Joseph Stalin. Regresó estimulado a Monterrey y comenzó a trabajar con entusiasmo en la fundación de la Federación de Trabajadores de Nuevo León, base de la actual CTM, alcanzando a ser el primer Secretario Ejecutivo. 

Tomás Cueva convocó y organizó -sin permiso del flamante gobernador Anacleto Guerrero- una manifestación de protesta el 29 de julio de 1936 en la Plaza Zaragoza. El mitin era para exigir tres cosas: 1.- respeto a las organizaciones sindicales, 2.- respeto a la ley de inquilinato, y 3.- que desaparecieran los grupos de los llamados Guardias Blancas -que brindaban seguridad a los grandes empresarios- y reprimían a los trabajadores sindicalistas en las empresas. Luego de varios oradores en el micrófono, salieron a relucir las armas de los “provocadores” -que se decía eran guardias blancas- terminando muertos tres obreros y heridos varios de ellos, entre los cuales estaba el propio Tomás Cueva. Su filiación comunista terminó siendo incompatible con su liderazgo cetemista y Cueva se regresó a su pueblo natal, en donde apoyó a los trabajadores de la fábrica de Cementos Hidalgo, y en 1940 se involucró en varios enfrentamientos dentro del movimiento sindical mexicano. El resto de su vida fue de luchas políticas siguiendo sus ideales sin importar quién se ponía enfrente de él. Después de su muerte, Tomás Cueva Domínguez recibió un homenaje de parte del dirigente cetemista local, don Raúl Caballero Escamilla.