Internacional

Los líderes de la UE inician la batalla sobre su primer presupuesto posbrexit

Los mandatarios europeos debaten este jueves el alcance de su primer presupuesto común sin el Reino Unido, en una cumbre que se anuncia tensa por la división entre países más y menos desarrollados sobre el monto y su uso.

"Los últimos pasos para lograr un acuerdo son siempre lo más difíciles, pero todo está sobre la mesa para tomar una decisión", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, horas antes del inicio de la cumbre.

Para allanar el camino, Michel inició en la mañana sus reuniones bilaterales con los líderes como el sueco Stefan Löfven, cuyo país forma parte de los "Cuatro frugales", partidarios de una menor contribución.

El Marco Financiero Plurianual 2021-2027 (MFP) centra la reunión, pero, más allá de los porcentajes, los europeos tienen entre manos el alcance del impulso que quieren dar a una Unión Europea (UE) tras varias crisis.

La marcha en enero del Reino Unido, potencia económica y militar, dio la puntilla a una UE, donde las divisiones norte-sur, por la crisis económica, y este-oeste, por la migratoria, siguen patentes.

Y todo ello en un contexto mundial en el que el Estados Unidos de Donald Trump presiona en el frente comercial, China representa un riesgo tecnológico y Rusia sigue siendo la principal inquietud a las puertas de la UE.

La Comisión Europea aboga así por una nueva estrategia de crecimiento basada en la lucha contra el cambio climático y desarrollar los sectores tecnológico y militar, sin olvidar las políticas tradicionales como la agrícola.

Bruselas pidió en 2018 un MFP equivalente al 1,114% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de la UE, pero la cifra podría ser inferior. La propuesta de compromiso de Michel es del 1,074%, unos 1,094 billones de euros.

Austria, Suecia, Dinamarca y Países Bajos, países de los más ricos del bloque y apodados los "Cuatro frugales", abogan en cambio por un presupuesto al 1% y mantener sus controvertidos "cheques".

Estas devoluciones de dinero desde las arcas comunitarias, plasmada en la frase de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher "Devuélvanme mi dinero" y a las que se opone Francia, pesará también en la balanza final.

Alemania, el primer contribuyente neto y el quinto país que se beneficia de estos "cheques" tras la marcha del Reino Unido, considera el 1% como el punto de partida, pero no cierra la puerta a ir más allá.

Pero para ello, Berlín quiere que se prioricen las partidas destinadas al Pacto Verde europeo, a la protección de fronteras o a la tecnología, las nuevas prioridades fijadas para la Comisión Europea.

- La sensible agricultura -

Encajar todas las piezas del rompecabezas del MFP no parece fácil, en un contexto en que la marcha del Reino Unido representa una pérdida de 12.000 millones de euros anuales en las arcas comunitarias.

La propuesta de Michel, que los líderes deben discutir a partir de las 14H00 GMT, propone así recortes en los ayudas a los agricultores y a las regiones menos desarrolladas, generando inquietud.

Unos 200 agricultores de los países bálticos se manifestaron frente a la sede del Consejo Europeo este jueves antes del inicio de la cumbre para protestar por la situación en el sector y el presupuesto previsto.

La agricultura es un asunto sensible. En España, el mandatario Pedro Sánchez está bajo presión y un 'mal acuerdo' podría dañar la imagen del francés Emmanuel Macron, días antes del inicio del Salón de la Agricultura.

La Política Agrícola Común (PAC) y los fondos de cohesión representan el 69% del actual MFP 2014-2020. En la propuesta del presidente del Consejo Europeo pasaría al 59%.

Los Amigos de la Cohesión, que reúne a 16 países del este y del sur, quieren en cambio que estas ayudas se mantengan al mismo nivel, asegurando que también benefician a los países más desarrollados del bloque.

"Tras el Brexit, decidimos relanzar nuestro proyecto común. Y a la primera oportunidad, los medios financieros para hacerlo están a la baja", lamenta un diplomático europeo, para quien sería un "fracaso" colectivo.

Pese a las posiciones distantes, que parecen frenar un acuerdo en esta cumbre, el objetivo sigue siendo de alcanzar un acuerdo en las próximas semanas, que permita una ratificación por la Eurocámara a tiempo.