Entre los templos de mayor tradición en Monterrey estaba el de la Purísima, cuya construcción se inició en 1756, para dar culto a una imagen llamada Virgen Chiquita o de la Zapatera. Según la leyenda, una india tlaxcalteca llamada Antonia Teresa y esposa de un zapatero llevó esa imagen hasta el río Santa Catarina, que amenazaba inundar la ciudad y las aguas retrocedieron. El edificio fue demolido en 1942. Texto y foto de Juan Rogelio Torres
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