27/Apr/2024
Editoriales

Genocidio

La llamada Gran Armenia fue dividida entre los Imperios otomano y ruso. Su historia registra una de las más grandes tragedias de la humanidad, pues en 1915 desaparecieron más de un millón de armenios víctimas de las milicias otomanas. Esta gigantesca matanza está avalada por muchos testimonios, pues documentos históricos conocidos no existen de ella. Se desarrolló durante la Primera Guerra mundial, cuando el Imperio otomano se alió con los Imperios centrales de Austria y Alemania, conmocionando al globo terráqueo.

El ejército otomano intentó atacar posiciones rusas en el Cáucaso, pero fracasaron. Hubo una contraofensiva rusa, respaldada por los armenios que ya habían sido dominados por los otomanos y habían padecido sus abusos. Pero al saberlo, semejante acto exasperó al alto mando otomano que ordenó a sus soldados que barriesen con todos los armenios del territorio, acusándolos de traición, pues oficialmente seguían siendo sus dominios. Así que fueron desplazados más de un millón de armenios a otras zonas del país y comenzaron las “marchas de la muerte”. Ahí iban hombres, mujeres y niños armenios obligados a recorrer con escasísismos víveres un territorio hostil.

Fueron muchos los que murieron a causa del esfuerzo, y muchos más fueron fusilados o quemados vivos por los otomanos que nunca saciaron su sed de venganza por la traición. El historiador Arnold J. Toynbee, que era oficial de inteligencia británica en ese conflicto estima que de un millón 800 mil armenios terminaron vivos sólo 600 mil. Otro testimonio es el del médico Armin T. Wegner, quien afirma lo mismo por haber sido testigo del genocidio. La gran matanza que actualmente sufre nuestro México a causa de la violencia, palidece ante esta tragedia mayor de los armenios.