02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 22 de 1913: Son asesinados fríamente, a un lado de la Penitenciaría de la Ciudad de México, el presidente Francisco I. Madero, y el vicepresidente José María Pino Suárez. Estos crímenes se cometieron con toda alevosía, pues ambos acababan de renunciar a sus puestos creyendo en un trato hecho con Victoriano Huerta de que les respetarían sus vidas, a cambio de que se exiliaran en la Isla de Cuba. El después dictador Victoriano Huerta no honró su palabra ni su firma, enviando la orden -por lo bajo- de que “los quebraran” a ambos, asumiendo el poder y empezando una limpia nacional de todos los maderistas que estaban en posiciones relevantes, encarcelándolos a todos y enviando sustitutos de su confianza.

Sin embargo, no fue lejos por la respuesta, pues Venustiano Carranza, con su plan de Guadalupe, inició el movimiento revolucionario constitucionalista que, con un ejército fuerte, lo derrotó. Esto permitió a México contar con una Constitución en 1917 que fue considerada en su momento como una de las más avanzadas del mundo. Hoy recordamos a Madero, el apóstol de la democracia, y refrendamos nuestro rechazo a las dictaduras.