Espectáculos

El plan que tiene Ang Lee para salvar al cine

No ha pasado ni un año desde que la pandemia llegara a nuestras vidas y cambiara muchas cosas de manera drástica. Desde luego, lo que aquí compete es el cine y éste ha sufrido de reveses varios a lo largo de muchos meses en los que las audiencias cada vez son más proclives a ver contenidos desde casa. Muchos son los directores que defienden la experiencia teatral y temen que este nuevo modelo pueda cambiar al cine para siempre, sin embargo, algunos cineastas como Ang Lee ya proponen planes para rescatar las usanzas clásicas y para él la tecnología juega un papel fundamental. 

«Creo que siempre necesitamos el cine. Es nuestra iglesia, nuestro templo», dice Lee. «Es una ceremonia. Está en nuestra naturaleza, la congregación. Pero ahora la televisión es muy conveniente, así que debes pensar en algo que no puedas experimentar en casa. No solo la multitud, no solo el tamaño, sino el efecto ceremonial. Tiene que evolucionar.»

Ang Lee incursionó en las grandes ligas con películas artesanales de acción como El tigre y el dragón y más tarde con dramas mesurados como Secreto en la montaña, por la que obtuvo su primer Óscar como director. Sin embargo, fue a partir de Una aventura extraordinaria -por la que obtuvo su segunda estatuilla- que se enamoró de las posibilidades que ofrecían los avances tecnológicos. Aquel filme rodado en tercera dimensión y configurado con diversos efectos visuales pioneros, aperturó la mente de Lee con respecto a los nuevos recursos.

Más tarde continuó experimentado con las posibilidades de la tecnología con películas como Proyecto Géminis en donde filmó a 120 cuadros por segundo, superando así por mucho los tradicionales 24. La película protagonizada por Will Smith fue un fracaso con el público y la crítica, pero no eso no desalienta al director de continuar empujando los límites.

«Creo que el siguiente paso, lógicamente, es la inmersión que no se puede hacer con una pantalla de televisión», explica Lee. «Pero, ¿Cómo lograr que [el público] participe, en lugar de simplemente mirar? ¿Cómo involucrarlo? Eso es algo en lo que debemos trabajar para lograr que ellos acudan al cine».

A pesar de que la tercera dimensión tuvo su gran momento a inicios de la década pasada, prontamente bajó el interés a causa del exceso de películas en dicho formato y la poca o nula evolución que ésta llegó a ofrecer realmente. Otros cineastas que innovan con el aspecto visual de sus películas y de igual forma defienden la experiencia cinematográfica son Christopher Nolan o Steven Spielberg, los cuales han obtenido mejores resultados con el público y la crítica.

Para Lee el camino ha sido difícil, ya que tras Una aventura extraordinaria, difícilmente volvió a encontrar la aclamación de las audiencias. Sus intenciones de conjugar el 3D con las velocidades de fotogramas en altas cantidades, todavía no encontraron el proyecto adecuado. No obstante, asegura que continuará en la búsqueda.

«A veces aciertas y a veces acertaste en el lugar equivocado», reconoce. «Pero eso es hacer cine. Mantén la frescura, mantén la inocencia, mantén tu curiosidad, mantén tus sueños. Tienes que abrazar a tu audiencia y esperar que te acompañen. Por eso hacemos películas».

Ang Lee ya prepara su próximo proyecto. Una cinta que lleva por nombre Thrilla in Manila y contará la historia de la tercera ocasión en la que Muhammad Ali y Joe Frazer se enfrentaron sobre el ring. El campeonato de peso pesado ocurrió en 1975 y aunque a primera impresión parecería que se trata de un drama más acercado a la biopic, el director ya adelantó que «hay acción en ella».

¿Cómo conjugará Lee el drama deportivo con la acción y las innovaciones tecnológicas? Lo sabremos cuando Thrilla in Manila llegue a las pantallas en algún punto del 2022.