Espectáculos

Netflix retira la escena del suicidio de Por trece razones

Por trece razones está a punto de volver con la tercera temporada. Si decides refrescar las tramas de cara a los nuevos episodios, en el desenlace de la primera temporada te encontrarás un cambio: ya no aparece el suicidio de Hannah (Katherine Langford) de forma tan gráfica. Después de generar tanta controversia en 2017, Netflix ha retirado la escena.

“Siguiendo los consejos de médicos expertos, incluyendo la doctora Christine Moutier, jefa médica en la Fundación Americana por la Prevención del Suicidio, hemos decidido con el creador Brian Yorkey y los productores editar la escena en la que Hannah se quita su propia vida”, han explicado desde la plataforma en un comunicado.

Aquellos espectadores que vieron la escena en su momento, pueden comprobar ya mismo las diferencias entre un montaje y otro. En el montaje original, Hannah entraba en el baño, se veía claramente como se cortaba las venas y su madre (Kate Walsh) la encontraba en un charco lleno de sangre. Eran tres minutos de pura agonía.

Ahora, en cambio, sólo se ve a Hannah entrando en el aseo, hay una elipsis y la madre se la encuentra, evitando al máximo que se vea el cuerpo sin vida y rodeado de sangre de la joven adolescente. Según informa el Hollywood Reporter, Netflix también quiere asegurarse que desaparecen los vídeos de la escena original de las redes sociales.

Seguro que muchos se preguntan por qué Netflix no hizo nada al respecto en 2017, cuando se estrenó la serie y especialistas recomendaron no ver la escena por los traumas que podía despertar en los espectadores. La respuesta parece ser evidente: en abril se publicó un estudio que indicaba que los suicidios juveniles habían aumentado después del estreno de Por trece razones.

La serie se estrenó en marzo de 2017 y el siguiente mes hubo un aumento del 28,9% en la tasa de suicidio de las personas de entre 10 y 17 años, según el análisis de National Institutes of Health, un organismo dependiente del Departamento de Salud. Entre abril y diciembre de ese mismo año, además, se confirmaron los repuntes del suicidio: hubo 195 muertes por suicidio más de las que son habituales en EE.UU.