Local

De patinadora a la indigencia

Elena Gouliakova, una ex patinadora rusa que logró reconocimiento en nuestro estado y que a principios del 2013 se hizo de conocimiento ciudadano que andaba en la indigencia al ser captada y publicado su andar por las calles de la capital neolonesa, volvió a reaparecer este lunes por la tarde por la zona de la Purí­sima.

Vestida con un pants azul, una blusa blanca y un suéter negro, usando tenis y el color de su cabello castaño miel la encontramos acostada en una de las bancas de la plaza la Purí­sima.

A un lado de ella, una banca sola fue propicia para sentarme, Yo con un vaso de fresas con crema y mi acompañante con un elote; de pronto Elena se levantó y algo dijo, tal vez en su idioma o incoherencias.

En aquel 2013 el reportaje publicado daba cuenta que padecí­a de sus facultades mentales, esta condición vendrí­a tras el abandono del que dijeron era su esposo Nikolay Suetov, y con quien en el año 2005 recibió la nacionalidad mexicana,. Esto la sumió en depresión.

En febrero de este año, luego de la riña en el Penal del Topo Chico, se conoció de nueva cuenta de ella, al estar reclusa en el cereso y donde permanecí­a dijeron casi un año.

Elena habí­a sido detenida según revelan datos periodí­sticos en varias ocasiones por alterar el orden en la ví­a pública.

Este lunes la vimos en la plaza la Purí­sma, de nuevo en la indigencia, se levantó de la banca se puso atrás de nosotros y algo dijo, su rostro ya muestra el paso de los años, posiblemente tendrá unos 45 años.

Luego caminó y se detuvo frente a nosotros, dijo algunas palabras que no se entendieron mientras miraba a una señora y un niño que se acercaban a esa banca de donde ella se habí­a levantado, volvió a mirarnos y extendió la mano pidiendo que le diera el vaso con fresas, se lo di y regresó a la parte de atrás de la banca.

Le dije te voy a tomar una foto y tan pronto sintió el flashazo cerró sus ojos azules, inmediatamente le dije para que los cierras y contestó: son violeta ; al mismo tiempo que extendió la mano para pedirle a mi acompañante que le diera su vaso de elote.

Ya con los dos vasos en las manos caminó con un gesto de enojada y se fue a sentar a dos bancas más adelante, ahí­ se le vio entretenida comiéndose las fresas y el elote.

Tras conocerse el caso hace tres años el consulado de Rusia habí­a solicitado el apoyo para reencontrarla y poder ayudarla o repatriarla a su nación pero al parecer no era ya localizable.

Este lunes la pudimos ver en la zona de la Purí­sima, en la plaza que su ubica frente a la Iglesia del mismo nombre.

Elena era maestra en el Alpino Chipinque y en el Deportivo San Agustí­n, en San Pedro, en el Sport Ice y se habló de que perteneció a la Asociación de Deportes Invernales del Estado y a la Federación Mexicana de Patinaje Sobre Hielo y Deportes de Invierno.