Internacional

Disminuyen fuerzas afganas, crece la inseguridad

WASHINGTON  — A medida que el gobierno de Donald Trump impulsa la paz en Afganistán, un nuevo informe dice que las fuerzas de seguridad afganas se contraen, las brechas en la seguridad crecen y el Talibán resiste a pesar del aumento de los bombardeos estadounidenses.

Las tendencias reflejan lo que el mando militar estadounidense considera una guerra estancada, cuando han pasado más de 17 años desde la invasión que siguió a los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Los indicadores de movimientos en el campo de batalla han variado poco desde el año pasado, de acuerdo con el informe del Inspector General para la Reconstrucción Afgana. En un informe al Congreso el jueves, la agencia dijo que el gobierno afgano controla o tiene influencia en el 54% de los distritos, comparado con el 56% hace un año, y la parte del Talibán cayó de 14% a 12%. El territorio disputado aumentó a 34% comparado con 30% hace un año.

El Pentágono insiste en que la presión militar sobre el Talibán está aumentando. El año pasado, Estados Unidos incrementó enormemente el uso del arma aérea en respaldo de las fuerzas afganas. Según datos del Comando Central, los aviones estadounidenses lanzaron 6.823 bombas en los primeros 11 meses de 2018, comparado con 4.361 bombas en todo 2017.

Con todo, el gobierno afgano no ha podido extender su control del país, y los analistas dicen que ninguna de las partes puede aspirar a una victoria militar franca.

En medio de informes de que Trump contempla retirar hasta la mitad de los 14.000 efectivos en el país, el presidente afgano Ashraf Ghani destaca públicamente los sacrificios de sus soldados en la lucha contra el Talibán. Según informes de prensa, Ghani dijo en el Foro Económico Mundial de Davos la semana pasada que 45.000 efectivos afganos han muerto desde septiembre de 2014. Ese año, el presidente Barack Obama puso fin a las tareas de combate en tierra de las fuerzas estadounidenses contra el Talibán para concentrarse más en el entrenamiento y asesoría de las fuerzas afganas.

Las enormes bajas sufridas por las fuerzas afganas explican en parte por qué Kabul no puede alcanzar el total autorizado de 325.000 efectivos militares y de policía. Según el informe del inspector general, ambas fuerzas tienen un total de 308.000 efectivos, comparado con 312.000 el año pasado y casi 316.000 en 2016. El costo de armar, entrenar, pagar y mantener esas fuerzas recae principalmente sobre Estados Unidos, con más de 4.000 millones de dólares anuales.

Aunque los comandantes estadounidenses sostienen desde hace tiempo que hay avances en la capacitación del gobierno afgano para defender a su propio pueblo, Trump ha dicho reiteradamente que pone en duda la prudencia de prolongar la guerra. Su enviado en Afganistán, Zalmay Khalilzad, dijo recientemente que Estados Unidos acordó en principio con el Talibán un marco para la paz, aunque falta resolver aspectos importantes y que el gobierno afgano lo acepte.

Dirigentes del Talibán, que hablaron con The Associated Press bajo la condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa, dijeron que las dos partes llegaron a un entendimiento sobre el retiro de fuerzas estadounidenses y de la OTAN, y que la milicia dio garantías de que no habría más ataques contra Estados Unidos u otros desde tierra afgana.