Las noticias son escalofriantes: ayer derribaron 200 drones bélicos lanzados por Irán contra Israel. Esto significa que el Oriente Medio ya está en una pre guerra, y desde luego, en ella están metidos hasta las manitas Estados Unidos, Rusia y China.

 No es sencillo entender la importancia de esta región llamada ‘Medio Oriente’, pero cualquiera sabe que si en algún lugar del mundo puede iniciarse una conflagración mundial, es allí.

 Porque pocas personas de nuestro continente saben siquiera cuáles son los países que integran el Oriente Medio, mucho menos cuál es su relación con las grandes potencias. Acaso muchos piensan que todo el problema es por los yacimientos de petróleo, aunque hay algo de esto, en el fondo subyacen otros temas como son los religiosos, los geográficos y los políticos. 

 Esta desinformación se debe a que la definición de qué es Oriente Medio no es precisa y lo peor es que se puede cambiar, pues el término es nuevo; se acuñó a inicios del siglo XX. Veamos.

 Oriente Medio comprende los estados del borde oriental del Mediterráneo, que son: Siria, Jordania, Líbano e Israel, más Irán e Iraq hacia el este, más toda la península arábiga hacia el sur y Egipto al oeste. 

 Lo complejo del tema es que en ese árido paisaje se localiza el núcleo central de los árabes y del Islam. 

 Aunque se debe aclarar que dentro del Oriente Medio hay musulmanes que no son árabes –como es el caso de los iraníes- y árabes étnicos que no son musulmanes, como por ejemplo, los libaneses. 

 Existen también pueblos importantes que no tienen un país reconocido, como son los kurdos y los palestinos. Mientras que en el otro extremo está Israel, un poderoso país que ha reunido su población de muchos otros estados.    

 Si entendemos esto, comenzaremos a entender los orígenes del problema de Oriente Medio que, como dijera el viejo chiste mexicano cuando le encomendaron supuestamente a un expresidente que fuera a Oriente Medio, en realidad le estaban diciendo que fuera a que Medio se Oriente.