02/May/2024
Editoriales

Mujeres productivas

Por primera vez tendremos, seguramente, una mujer presidiendo el país. Eso es de suyo relevante, pero además en todas las candidaturas a los puestos de elección popular hay equidad entre mujeres y hombres, presagiando que al menos habrá la mitad de legisladoras femeninas.

 Es importante que en la política haya mujeres, porque han demostrado que muchas tienen además de talento, agallas para defender las mejores causas.

 Sin embargo, es en el campo de la producción donde han aportado más, mejorando sus condiciones de vida, y elevando nuestro nivel productivo.

 El secreto de Nuevo León para liderar la productividad nacional fue la incorporación de la mano de obra femenina, duplicando así la producción. Esto fue posible gracias a que, entre otras cosas, desde 1921 existía la Escuela de Artes y Labores Pablo Livas que inició capacitando a 230 mujeres en artes, oficios y la administración, que fueron microempresarias, o se incorporaron a la planta productiva de secretarias, auxiliares de contabilidad u obreras calificadas.   

 Esto marcó la diferencia con otros estados del país que se rezagaron. 

 En otras naciones, desde el siglo XIX las mujeres eran empleadas en las fábricas y a finales del siglo XIX algunas accedieron a la educación superior y a profesiones como la medicina. 

 En las dos guerras mundiales, millones de mujeres sobre todo sajonas, fueron reclutadas para realizar tareas que eran reservadas para hombres. 

 En la 2ª guerra, los nazis se equivocaron obligando a sus mujeres para que solo trabajaran en Kinder, Küche und Kirche (niños, cocina e iglesia), mermando la productividad industrial de Alemania. 

 Incluso en UK y EUA, después de acabada la guerra se pedía a las mujeres que dejasen sus empleos a los hombres que regresaban de la guerra, produciéndose el “baby boom”, con millones de mujeres que regresaron a su papel doméstico y maternal. 

 Pero como la guerra ya les había enseñado la insuperable sensación de ser productivas y autosuficientes, muchas no acataron la sugerencia de entregar su empleo, para dedicarse al trabajo productivo.  

 

 Afortunadamente Nuevo León tiene muchas mujeres destacadas en la productividad, así que ahora que haya una mujer en la Presidencia, habrá más y mejores oportunidades para ellas, y donde la mano de una mujer siembra, todo florece.