23/Apr/2024
Editoriales

Legalizar la heroína y amapola, negocio de la muerte

 

Redacción.- 77 mil muertos por sobredosis de heroína el año pasado en EU y 175 muertos al día en lo que va de 2018.   Aquí en México en junio el enfrentamiento entre los cárteles en su disputa por ser proveedores de ese mercado de heroína en ese país, dejó más de 3400 muertes sólo en el mes de junio. Es decir, un promedio de 100 diarios.  

  Ese es el negocio de la muerte en los dos lados de la frontera que le deja a los cárteles de la droga sólo en Guerrero, entre 11,000 y hasta 35 mil millones de dólares cada año según los diferentes cálculos oficiales,  la mitad de los ingresos por las exportaciones automotrices del 2017 pero con “costos de producción” 100 veces más bajos, en un mercado, el de EU,  que ha pasado de 600 mil adictos en el 2012 a 2.6 millones en 2017 y sigue creciendo,  debido a una política de los gobiernos de George Bush Jr. y Barack Obama, de recetar a los pacientes con dolores crónicos con medicamentos como Oxicontina, Perdocan, demerol y otros derivados del opio.

   Al ir encareciendo los medicamentos cientos de miles de pacientes recurrieron al mercado de heroína en la calle, pagando hasta 50 dólares diarios por un “fix” o “línea”.   En este momento, según el Departamento de Estado, los cárteles mexicanos, “con mucho sentido empresarial”, han desplazado a los productores de heroína de Colombia y en este momento controlan entre el 90 y el 94% del mercado de consumidores y los colombianos sólo un 2 o 4% y los de Afganistán un 6% aproximadamente.   Las hectáreas sembradas en México de amapola aumentaron de apenas unas 11 mil hectáreas cuantificadas en el 2012, a unas 35 mil hectáreas que se calcula en este momento.

   Cada una de ellas puede producir unos 10 kilogramos de opio y se requieren 15  kilos de opio para fabricar un kilo de heroína con  valor de unos 32 mil dólares en el mercado de mayoreo pero que puede triplicarse en las ventas en la calle de las grandes ciudades de EU y en las zonas rurales donde el número de adictos está creciendo aún más de la mano del desempleo y los empleos mal pagados y de baja calificación,  y la mayoría de los cuales está condenado a la muerte o a una vida casi vegetativa siempre en busca del “fix”.

  Todos ellos, por supuesto, podrían alegar que necesitan la droga con “fines medicinales”.  Si se legaliza su producción  y consumo es previsible que el “mercado” aumente vertiginosamente, sobre todo entre consumidores de marihuana y otras drogas “recreativas” como las anfetaminas.  Estaríamos hablando de hasta 10 millones de adictos o “zombis” deambulando en busca de un “fix” o “arponazo” sin capacidad de trabajo ni reflexión intelectual o política justo como los nazis y otros ideólogos imperiales ingleses deseaban controlar a la población de Europa y del mundo.

 Quizá empresas como Constelation Brand y otras transnacionales del alcohol y de los fármacos estarán muy dispuestas a invertir en México y a quedarse con ese negocio de la heroína, eso sí, claro está, los cárteles como Guerreros Unidos, el Cártel de Jalisco Nueva  Generación o el de Sinaloa quisieran compartir el negocio y no levantarse en armas descuartizando a sus “ejecutivos” en México.