Espectáculos

Aplauden en Cannes el montaje de Iñárritu y Lubezki en RV "Carne y arena"

"La Realidad Virtual es un arte por sí­ mismo", ha dicho Alejandro González Iñárritu, y en Cannes, donde ha presentado "Carne y arena", un corto en esta técnica que ha realizado junto al virtuoso director de fotografí­a Emmanuel "Chivo" Lubezki, la prensa internacional parece no sólo darle la razón, sino que aplaude lo que en Hollywood Reporter Scott Roxborough define como: "Gracias a AGI, "el mundo del cine puede empezar a considerar seriamente a la Realidad Virtual como una forma de arte".

En un hangar del pequeño aeropuerto de Mandelieu, cerca de Cannes, algunos afortunados han podido descalzarse y pisar arena real para complementar los cascos y visores de RV con los que zambullirse en una experiencia vital tan dura como lejana, la de los inmigrantes sin papeles que intentan llegar a Estados Unidos. El espectador activo se ve rodeado de hombres, mujeres y niños, que son detenidos por agentes fronterizos. Conocerá sus historias, que el cineasta mexicano ha extraí­do de primera mano de algunos inmigrantes reales.

González Iñárritu asegura que su esperanza es que este trabajo sea "una fábrica de empatí­a" para que la gente entienda que los refugiados son en su mayorí­a niños y mujeres que corren por sus vidas, que huyen de guerras, que no emigran simplemente por dinero. El autor de "Amores perros", "Birdman" o "El renacido / The Revenant" recuerda a Donald Trump y el beneficio electoral que obtuvo de llamar "violadores y asesinos" a esos inmigrantes: "Ese tipo los calificó cruelmente, está convirtiendo a esa gente vulnerable en enemigos".

Para su compatriota, el ganador del Oscar Emmanuel Lubezki, esta experiencia, que subraya -como Iñárritu- no es cine, puede considerarse una extensión de lo que ambos intentaron visualmente en sus últimas pelí­culas, una "experiencia inmersiva", pero llevada a su máxima potencia.

El "Negro" se muestra entusiasta con la experiencia de "Carne y arena" y piensa que los estudios de Hollywood deberí­an apostar por la RV para no convertirse "en algo anacrónico", y está convencido de que "los cineastas se van a ver muy atraí­dos por esta nueva forma de expresión".

El montaje que Iñárritu presenta en Cannes podrá ser experimentado por un centenar de personas cada uno de los diez dí­as del festival de Cannes, y luego -en una versión extendida- se mostrará en la Fondazione Prada de Milán, que lo ha financiado junto a Legendary Entertainment, de junio a diciembre, para después viajar a un museo de Los Angeles.