En la primera parte vimos la transformación del sistema político mexicano cuyo principal apoyo era el Partido Revolucionario Institucional, de ideología socialista moderada. Pero la tremenda crisis sufrida con López Portillo, provocó que en 1982 se diera un golpe de timón cambiando el perfil del candidato a la Presidencia de la República: el PRI postuló a un tecnócrata en lugar de un político, como siempre lo había hecho.
Miguel de la Madrid llegó al poder en 1982, instalando nuevas políticas económicas y sociales inspiradas en el liberalismo económico tipo inglés –el Neoliberalismo-, dejando las causas de reivindicación social en manos de otros partidos políticos.
Y en 1985 De la Madrid, ejerciendo su derecho de primer priísta de México recomendó presentar la candidatura al Gobierno de Nuevo León a su amigo Jorge Alonso Treviño Martínez, destacado profesional del derecho doctorado en Europa que había sido su compañero de generación en la UNAM. JTM había construido una carrera política trabajando en la Secretaría de Hacienda y como funcionario estatal en su especialidad: el Derecho Fiscal. Fue Diputado Federal y presidente de la Comisión de Hacienda, sitial desde el cual salió a la candidatura al gobierno del Estado.
Jorge Treviño se alzó con la victoria electoral recibiendo el poder de Alfonso Martínez Domínguez. En ese momento el país ya había superado muchos efectos de la crisis económica de 1982, pues De la Madrid implementó una buena estrategia con los pactos de Estabilidad y Crecimiento, y el Pacto de Solidaridad Económica, que consiguieron reactivar la economía, moderar la inflación y la devaluación del peso.
Con los mencionados pactos se conformó un nuevo bloque de alianzas entre los factores de la producción y el gobierno, así como una nueva relación de corresponsabilidad entre el gobierno, la iniciativa privada y los ciudadanos. Este proceso sirvió de antesala para un cambio de régimen socio económico, por lo que abro paréntesis para explicar los antecedentes históricos.
Antecedentes de la lucha entre proteccionismo y libre comercio
El sistema económico colonial permitía el libre comercio interior en todo el Imperio Español -con el respectivo pago de alcabalas-, y para el exterior, la corona controlaba estrictamente el comercio. Al principio de la vida independiente –de 1821 a 1859- luchaban el federalismo y el centralismo, a sabiendas que subyacía el debate entre proteccionismo y libre comercio.
Por un lado, los ideólogos económicos gubernamentales -Lucas Alamán y Teodoro Lares- querían la liberación de las importaciones y exportaciones de productos, y por el otro, Manuel Payno y José María Luis Mora estaban a favor de cerrar fronteras para proteger a la frágil industria nacional.
Semejante dicotomía no se pudo resolver sino hasta la Reforma, cuando Guillermo Prieto introdujo su ecléctica teoría económica de libre comercio en lo que se podía competir, y el cierre de fronteras para ramos industriales en los que no se competía. Esta simple filosofía económica sobrevivió con diversos nombres –sustitución de importaciones, economía mixta, etc.- hasta que Miguel de la Madrid tomara las ideas de Antonio Ortiz Mena de mexicanizar el proyecto globalizador neoliberal.
Ortiz Mena proponía liberar el mercado -sin controlar precios de la canasta básica-, privatizar la empresa estatal con libre competencia desapareciendo los monopolios estatales -excepto los estratégicos como PEMEX, y CFE-, la apertura de fronteras a las maquiladoras conservando los derechos sociales, laborales y agrarios, así como los apoyos económicos a grupos vulnerables.
El cierre de Fundidora Monterrey
La drástica medida del Gobierno Federal de cerrar en mayo de 1986 la histórica industria regiomontana Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey –paraestatal desde 1977- fue la evidencia más clara de adopción del nuevo modelo económico. Y fue muy importante la participación del gobernador Jorge A. Treviño para que las protestas de los obreros despedidos no se salieran de control, y para conseguir que los terrenos de La Maestranza fueran donados a la Ciudad por el Gobierno Federal.
La gubernatura de Jorge Treviño
Cierro paréntesis para describir el gobierno de Jorge Treviño. Comenzó su sexenio adecuando la organización del gobierno a las nuevas ideas, prohibiendo a los funcionarios del primer nivel tener otras ocupaciones laborales, excepto las de docencia, para profesionalizar así el servicio público. Luego modificó el organograma desapareciendo la Secretaría de Abastos, la Dirección de personal, el Archivo histórico y el Archivo general del Poder Ejecutivo, así como la Oficialía Mayor, para concentrar todas estas funciones en la Secretaría de Administración. Además, la seguridad y la prevención del delito -junto con el Consejo Tutelar de menores- se regresaron a la Secretaría General de Gobierno.
Algunas direcciones se transformaron en secretarías, como la de Fomento Agropecuario; la Dirección de Servicios Coordinados de Salud pasó a ser la Secretaría Estatal de Salud. Desapareció la Dirección de Radio Gobierno y Televisión de la República Mexicana en el Estado de Nuevo León para convertirse en la Coordinación General de Comunicación Social.
Se creó la Coordinación General de Asesoría y Modernización Administrativa, para capacitar a los funcionarios en sus nuevas funciones, en los nuevos sistemas de administrativos y en los nuevos reglamentos.
La modernización del gobierno estatal
El gobierno de Jorge Treviño modernizó el equipo de cómputo, que era muy escaso -sólo se corrían nóminas-, se adquirieron computadoras modernas para reorganizar: el control de proveedores, la emisión de órdenes de compra automáticas, dar seguimiento a los expedientes penales para compendiar huellas dactilares y elaborar estadística delictiva. Se creó el Proyecto Microsep con 500 computadoras en escuelas secundarias públicas, creándose bancos de calificaciones, con sistemas de revisión de exámenes. Todo esto obligó a la creación de la Coordinación General de Informática.
En materia municipal se estableció el programa llamado “peso por peso”, para que los municipios duplicaran su obra pública con aportaciones iguales del Estado. Relevante fue la participación del sector privado en la obra pública, en su planeación y en su financiamiento. Además, se modernizó el marco legal de los municipios con la expedición de una nueva Ley Orgánica de la Administración Pública Municipal.
En su gobierno no hubo sorpresas. En coordinación con distintos grupos sociales se emitió el Plan Nuevo León para que se supieran con antelación las obras por construir, los recursos a utilizar, y la forma de solucionar los problemas del Estado.
Como en 1986 México entró a la comunidad económica llamada General Agreement on Tariffs and Trade, GATT -antecedente de la Organización Mundial del Comercio, OMC-, se logró en tan sólo dos años el incremento de 80% en sus exportaciones. Desde luego que esto no hubiera sido posible sin el apoyo del gobierno de Jorge A. Treviño, pues comenzó a operar el Fondo de Garantía y Fomento a la Microindustria del Estado.
Construye JTM el puente internacional de Colombia
Jorge A. Treviño se empeñó en realizar una obra de características históricas que permitió posicionar a Nuevo León en el comercio internacional: El desarrollo del punto fronterizo de Colombia en el municipio de Anáhuac, que culminó con la inauguración en 1989 del Puente Internacional de Colombia. Comenzó con las gestiones en 1987, y para cuando se abrió el Puente al servicio público, ya se habían expropiado 332 hectáreas del ejido Colombia, terreno suficiente para las obras, más sus respectivas aduanas, y oficinas públicas.
Este puente representa un viejo sueño de los nuevoleoneses que querían tener salida al río Bravo y por ende, una frontera con el país vecino del norte. El gobernador Bernardo Reyes se llevó años queriendo realizar la permuta de Laredo Tamaulipas por algún territorio de Nuevo León, pero el gobernante tamaulipeco José Guadalupe Mainero Juárez nunca lo aceptó. Hasta que Reyes pudo negociar con el gobernador de Coahuila, José María Garza Galán -con el apoyo del presidente Porfirio Díaz-, de que en 1892 se intercambiara la región de Candela, perteneciente a Lampazos, por unos predios conocidos como Hacienda de la Pita, del municipio de Hidalgo, Coahuila.
Por consiguiente, desde esa fecha Candela es un municipio coahuilense, y la Hacienda de la Pita es ahora Colombia, integrada originalmente al municipio de Lampazos. El senado de la República aprobó esta modificación territorial de ambos estados, y cuando se creó en 1933 el municipio de Anáhuac, Colombia se incorporó a él. Cabe aclarar que para Bernardo Reyes era importante la vecindad con Texas por el intercambio directo de presos, aunque en el fondo disfrutaba decir que Nuevo León era un Estado fronterizo. Y fue Jorge Treviño quien concretó esta quimera colectiva.
Al cambio de Presidente de la República, llegó Carlos Salinas de Gortari, quien apoyó a través del Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) para ampliar las redes de agua y drenaje sanitario, pavimentación, electrificación y rehabilitación de escuelas ubicadas en barrios populares.
Construye Jorge Treviño la Línea Uno del Metro
Al margen de los apoyos del PRONASOL, la obra pública de Jorge A. Treviño fue trascendente. Correspondió a su gobierno construir el primer tramo del Sistema de Transporte Colectivo METRO, que fue la piedra de toque para avanzar en la solución al añejo problema de la movilidad urbana. La línea número 1 tiene una longitud de 18.5 kilómetros que recorre de oriente a poniente la ciudad, pues va de Ciudad Guadalupe a San Bernabé, con el moderno sistema aéreo y para su operación creó el Sistema de Transporte Colectivo METRORREY.
Su gobierno construyó la autopista de cuota Monterrey- Cadereyta y para operarla formó una dependencia llamada Red Estatal de Autopistas, que después operó otras carreteras con la calificación de autopistas. Ampliando las plantas potabilizadoras y mejorando las redes de abasto de agua, plantas de tratamiento y colectores de agua residuales, se “garantizó el ciclo completo del agua, desde la captación y conducción hasta el tratamiento y uso de aguas residuales”.
La reconstrucción tras el ciclón Gilberto
En septiembre de 1988 ocurrió una gran tragedia en Nuevo León, el Huracán Gilberto azotó a la entidad; el saldo agrosso modo fue: 5 mil 700 familias perdieron su vivienda. Se dañaron 60 kilómetros de caminos, 35 kilómetros de acueductos y líneas eléctricas de los pozos de agua, cien tramos carreteros interrumpidos, dos puentes y 364 vados totalmente inservibles, 109 escuelas dañadas y las canchas del río. Las instalaciones deportivas y de infraestructura del Rio Santa Catarina desaparecieron por completo. Y murieron más de 180 personas.
El gobierno de Jorge A. Treviño mostró de qué estaba hecho, y con el apoyo del Banco Mundial y el Fondo de Solidaridad, para un año después, la reconstrucción estaba casi terminada. El difícil manejo de los residuos de la Ciudad son ejemplo de las soluciones aplicadas al dar una solución inteligente mediante la creación del Sistema Metropolitano De Procesamiento De Desechos Sólidos (SIMEPRODESO) que eliminó a casi 150 tiraderos clandestinos, estableciendo un gran tiradero que dio empleo a más de mil familias de pepenadores.
Se funda la Red Estatal de Parques
Se creó la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente que incluía convenios con las industrias que por primera vez se comprometieron a reducir sus emisiones de contaminantes. Además se fundó la red estatal de parques con terrenos que había ocupado la Fundidora Monterrey, casi dos mil hectáreas para el parque denominado Chipinque, el parque Niños Héroes, casi 400 hectáreas para el parque el Salto en Zaragoza Nuevo León y 318 hectáreas para el Parque La Huasteca.
Llegado el momento de la sucesión, el presidente Carlos Salinas de Gortari, recomendó que el PRI abriera la elección del candidato a gobernador y en el proceso participaron Graciano Bortoni, Napoleón Gómez Urrutia, Napoleón Cantú Cerna, Romeo Flores Caballero y Sócrates Rizzo García. El presidente del PRI, Luis Donaldo Colosio vino en un par de ocasiones a cerciorarse del buen curso de la elección interna. Jorge Alonso Treviño Martínez mostró su talante democrático al no intervenir a favor de alguno de sus amigos. JTM es uno de los grandes gobernadores de Nuevo León por su gran obra y honesto manejo de los recursos estatales.
Fuentes
El partido de la Revolución, institución y conflicto (1928-1999) Miguel González Compeán (coordinador), FCE, 2000
Jorge Treviño, busqué siempre lo mejor para Nuevo León, Antonio Murray, Monterrey, Nuevo León.
Génesis y Evolución de la Administración pública del estado de Nuevo León, Isabel Ortega Ridaura, Fondo Editorial Nuevo León.
Informes de gobierno 1985-1991 versión electrónica.