El 15 de agosto de 1969 se realizó el Festival de Woodstock, en una granja lechera ubicada en las afueras del pueblo, en Nueva York. Fueron tres días de música con una respuesta muy superior a lo estimado por los empresarios organizadores, pues ellos calculaban, ya muy optimistas, que asistirían unas 180 mil personas, pero fueron más de 500 mil. El que tuvo la idea original fue Elliot Tiber, quien sólo buscaba mejorar la economía del pueblo, ofreciendo el viejo hotel de sus padres como ubicación. El anfitrión fue el granjero Max Yasgur, y el evento tuvo como atractivo a los más populares grupos de Rock y de Folk. El primer espectáculo fue el de Ritchie Havens, y el último, tres días después, fue el de Joan Baez. En el ínterin hubo espectáculos increíbles como la actuación de nuestro paisano Carlos Santana, pero igual actuaron Janis Joplin, The Who, Credence, Jimi Hendrix, y muchos otros. El evento fue publicitado como una reunión pacífica entre jóvenes amantes de la música, en donde no faltaron los hippies y los activistas, inmortalizados todos por un documental que llegó a ser candidato al premio Oscar de Hollywood. En la granja ya nada fue igual. Había excursiones de gente buscando fotografiarse en ella, y fue vendida a unos promotores que la transformaron en el Bethel Woods Centre, un lugar para las artes en donde se ofrecen conciertos. Varios organizadores han querido repetir el fenómeno de 1969, veinte años después, y luego en 1999. Pero ninguno tan grande ni tan célebre como el Festival de Woodstock de 1969  

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