19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Mayo 11 de 1847: Entra el general López de Santa Anna y sus tropas a la ciudad de Puebla, donde no fue bien recibido por la población, que a estas alturas de la guerra de invasión norteamericana ya no creía en nadie. Santa Anna había dejado en la presidencia de la República en calidad de interino al general Pedro María Anaya, pues se avocaría a dirigir las fuerzas armadas nacionales en defensa de nuestro país.

El 18 de abril anterior había perdido la Batalla de Cerro Gordo, en donde los mexicanos huyeron con rumbo a Jalapa, y eso prende las alarmas en la capital de la República, declarándose el estado de sitio. Tres días después, el 14 de mayo, Santa Anna salió de Puebla rumbo a Amozoc para intentar darle un golpe al invasor, pero de nueva cuenta los nuestros se dispersaron y Santa Anna mejor regresa a la Ciudad de México para sumar sus cuatro mil soldados y 14 piezas de artillería, a la defensa de la Ciudad que estaba bajo la dirección militar de Nicolás Bravo, quien había sido nombrado comandante general de la plaza.

Para el 21 de mayo, comienzan a tomarse medidas de emergencia como regresar al sistema federal, en vez del central que había instalado Santa Anna. Ya los estados del país eran de nueva cuenta libres y soberanos, quedando atrás la figura de “Departamentos” que tanto daño hizo pues la población se sentía orgullosa de vivir en un estado de la república, no en un Departamento. La ocupación de la ciudad de Puebla (el 28 de mayo) por parte de los norteamericanos fue vista como una pesadilla por los habitantes de la Ciudad de México, y el famoso general Winfield Scott comenzó a hacer planes para dar el golpe definitivo a México: tomar la Ciudad Capital…