03/May/2024
Editoriales

Los reconocimientos no se piden

Qué bonito es ver que se reconozca a una persona en vida cuando tiene merecimientos.

Sin embargo, todos tenemos algún conocido que siempre anda a la búsqueda de que se le reconozcan sus méritos con alguna medalla y si es posible, hasta con una estatua, sin hacerse un examen de conciencia acerca de sus méritos relativos a los de otras personas.

Soy de los que piensan que siempre será preferible merecer una estatua y que nunca se erija, a tener una que no se merezca.

Los reconocimientos no se buscan, sólo se merecen.

Y al momento de recibir un reconocimiento se vislumbra el carácter de la persona reconocida, pues su talante lo evidencia.

Además, si la distinción la otorga alguna entidad que no es congruente con la forma de pensar del recipiendario, se debe rechazar, a menos de que existan circunstancias de obligatoriedad para aceptarla.

Tal fue el caso del benemérito doctor José Eleuterio González, Gonzalitos, quien fue condecorado con la Cruz Oficial de la Orden de Guadalupe, por su gran labor profesional y filantrópica, nada menos que por el emperador Maximiliano de Habsburgo, siendo que él era un distinguido juarista.

El nombramiento dice: “Maximiliano, Emperador de México. Queriendo dar una prueba de nuestra benevolencia a don José Eleuterio González, Catedrático de Anatomía del Colegio de Monterrey. Le nombramos OFICIAL DE LA ORDEN DE GUADALUPE”.

Dado en el Palacio Nacional de México, el 12 de diciembre de 1865.

Y el nombramiento está autografiado por el Emperador. 

Gonzalitos recibió la condecoración porque rechazarla de una autoridad significaría un insulto, pero cuando llegó a sus manos dijo claramente:

 _Más hubiera agradecido que este nieto de Carlos V me hubiera mandado siquiera diez pesos para el Hospital. Prefiero tener ‘atole’ para mis enfermos que llevar esta condecoración en el pecho. Jamás me la pondré.   

Y efectivamente ni siquiera mereció una línea en sus escritos históricos.

De no ser por el doctor Eduardo Aguirre Pequeño, quien se dio a la tarea de recabar todas las reliquias relativas a Gonzalitos, esa y algunas otras medallas y reconocimientos al gran benefactor de nuestra Ciudad jamás las hubiésemos conocido.