19/Apr/2024
Editoriales

La cartera forma parte del sistema nervioso

Durante las tres primeras décadas del siglo pasado, en Estados Unidos fue popular el buen humor de un periodista llamado S. Cobb. Este profesional de la crónica periodística fue enviado a Bélgica en tiempos de la Primera Guerra Mundial como corresponsal de Guerra. Iba apenas llegando a establecerse como tal cuando tomó un taxi para ir a presentarse al cuartel general belga, pero en el trayecto fue detenido por una patrulla alemana para interrogarlo.

Desde luego que él estaba alterado con este hecho, y como el interrogatorio se fue extendiendo por más de una hora, y sabiendo el taxista estaba esperándolo pues esas habían sido las instrucciones que le dio Cobb, este les dijo a los investigadores que lo estaban interrogando: “Estimado señores alemanes, si ustedes quieren que yo esté tranquilo contestándoles todas sus preguntas, y que no exploten mis nervios, les suplico que alguien salga a decirle al taxista que pare el taxímetro, porque de lo contrario puedo cometer alguna barbaridad si continúo mortificándome con la cuenta que tendré que pagarle una vez que ustedes me hayan soltado”…