01/May/2024
Editoriales

¿Podrían suspenderse las elecciones?

Es evidente que hay una campaña lodera para ganar la gubernatura del Estado. Demasiadas descalificaciones, y muchas interferencias descaradas. El presidente López Obrador y su partido compite con grandes apoyos instalados en sus programas de gobierno. El PRI busca rescatar el gobierno que considera propio luego de haberlo perdido sólo en dos ocasiones, una con el PAN y otra con un candidato independiente. El PAN lucha por volver a gobernar, pues la vez anterior no hizo las grandes obras que ahora sí podría edificar. El MC es un partido joven dirigido por un líder moral que sabe todos los trucos de la vieja política, y ve la oportunidad de instalarse en el palacio de gobierno.   

La contienda se ve difícil y competida, sin un candidato con ventajas reales, pues las encuestas dejaron de ser instrumentos de auscultación para convertirse en elementos de propaganda, y comienza a permear la idea de que se pueden cancelar las elecciones porque cualquiera puede ganar, y quienes pueden hacerlo están involucrados en esa campaña lodera.

¿Qué pasaría si no se elige Gobernador? El Congreso del Estado nombraría un interino a partir del 5 de octubre y convocaría a un nuevo proceso electoral para elegir Gobernador y Diputados locales por el tiempo restante del próximo sexenio, que podría ser un periodo de cinco años y medio, por ejemplo, en el caso de que se tomara seis meses el proceso.

¿Esto es posible? Tan lo es, que la Constitución del Estado, en su artículo 67 abre esta posibilidad cuando dice: Si por no haberse verificado las elecciones o por cualquier otra causa el Congreso no pudiere renovarse en el día fijado, la Diputación Permanente continuará en su carácter hasta que deje instalado al nuevo Congreso conforme a las leyes, convocando a elecciones en su caso.

¿Quién tiene facultades para suspender la elección? Para suspender el acto electoral, la autoridad sólo requiere ampliar el plazo marcado por el calendario electoral; la autoridad es la Comisión Estatal Electoral. La Ley Electoral, en su artículo 17 dice: En la realización de elecciones ordinarias, la Comisión Estatal Electoral, por resolución debidamente motivada y fundada de las dos terceras partes de sus miembros, podrá ampliar algún plazo dentro del calendario establecido para el mismo proceso, si a su juicio, existe imposibilidad material para su cumplimiento y no se afecta con ello el desarrollo del proceso electoral. 

Lo más interesante es que el artículo 90 de la Constitución local, dice: … El mismo Congreso lanzará la convocatoria para elecciones de Gobernador substituto, procurando que la fecha señalada para dichas elecciones coincida con aquella en que deban tener verificativo las de diputados a dicho Congreso, siempre que estén próximas. Pero si el Legislativo estuviere en receso, la Diputación permanente nombrará un Gobernador Interino y convocará inmediatamente al Congreso a sesiones extraordinarias para que lance la convocatoria respectiva.

Es decir que si el plazo que determine la CEE rebasara la fecha en que debe renovarse el Congreso, o sea el 1 de septiembre, la Comisión Permanente (la actual, que debería terminar) hará las veces de Congreso, y por tanto nombrará al Gobernador interino, sin respetar origen partidario, pues no hubo proceso. 

Podría decirse que es una posibilidad remota, pero le diré que el artículo 29 de la Constitución Federal autoriza al Presidente de la República a suspender las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente a una perturbación grave de la paz pública o a algo que ponga en grave peligro o conflicto a la sociedad. Esto es para todo el país o para alguna parte de él que, continuando con la especulación, podría ser Tamaulipas y Nuevo León, para no ser tan obvio.

Y es aquí en donde cabe pensar que el problema de violaciones recurrentes a la ley electoral por parte del Ejecutivo Federal sea parte de un plan mayor, pues en cualquiera de las dos vías, la de la Comisión Estatal Electoral o la de la Presidencia de la República, se tendría que justificar una suspensión del proceso electoral, y qué mejor pretexto que un estado de rompimiento del orden constitucional.

Sería jugada de ligas mayores, pero hablamos de Nuevo León, el estado más productivo de impuestos, y Tamaulipas el estado con mayor producción de energía eléctrica. ¿Acaso no fue jugada mayor clausurar el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México? ¿O desaparecer sin aviso 109 fideicomisos?