Agosto 1º de 1968: encabeza el ingeniero civil Javier Barros Sierra, rector de la UNAM, una manifestación de 80 mil estudiantes en protesta por la violación a la autonomía universitaria. Cinco días antes, el 26 de julio, se habían llevado a cabo dos manifestaciones: una organizada por la CNED en homenaje a la revolución cubana, marchando desde Salto del Agua hasta el Hemiciclo a Juárez; y otra convocada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), que avanzó de la Ciudadela al Casco de Santo Tomás, en protesta por la represión de los granaderos. El 29 de julio se había disuelto un mitin en el zócalo, y los alumnos se refugiaron en la Preparatoria Número 1 de San Ildefonso. El caso es que, en la madrugada, destruyeron la puerta de esa escuela con el proyectil de una bazuca, así que para el 30 de julio ya había subido el tono de la disputa, pues la Preparatoria Número 5 así como las vocacionales 2 y 7 fueron ocupadas. El rector Barros Sierra dijo que la autonomía universitaria se había violado y se declaró la huelga general en la UNAM. Posteriormente, el día 5 de agosto se reunieron 100 mil estudiantes para marchar de Zacatenco al Casco de Santo Tomás. Todo esto abonó a los lamentables hechos sangrientos del 2 de octubre de 1968.