03/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Agosto 17 de 1922: anuncia el gobernador interino, doctor Ramiro Tamez, el proyecto para pavimentar las más importantes calles de Monterrey. Tanto el Cabildo regiomomtano que presidía el alcalde Hilario Martínez, como la Junta de Mejoras Materiales de la Ciudad, aprobaron  el proyecto gubernamental, que se concretaría en el mes de noviembre, junto con la celebración del aniversario de la Revolución Mexicana el día 20 de ese mes.  

En esos días hubo grandes movimientos sociales y políticos, pues acababa de renunciar a la gubernatura Juan M. García, entrando -como ya mencionamos- el médico Tamez; en junio anterior se había modificado el nombre de Arzobispado de Linares, por el de Arquidiócesis de Monterrey, a instancias del arzobispo José Juan de Jesús Herrera; y unos meses después, en octubre, el Ayuntamiento que presidía Don Hilario Martínez, consiguió el permiso del Congreso del estado para vender una plaza pública, porque las obras de pavimentación requerían de recursos frescos para no detenerlas pues la Ciudad necesitaba contar ya con avenidas perfectamente pavimentadas.