Un estudio realizado por la Secretaría de Gobernación (Segob) reveló que debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19, la suspensión de clases y otros factores, los niños y adolescentes se han visto afectados en su desarrollo mental, así como el aumento en la deserción escolar, violencia familiar, embarazos y suicidios.

El estudio “Impacto de la pandemia en niñas y niños”, señala que de 5.2 millones de estudiantes, de los que 3 millones son niños y niñas, no se inscribieron a la escuela debido a la COVID-19 o ante la falta de recursos.

Se registran 4 mil 325 niñas y niños desaparecidos, mil 470 son niños (33.99 por ciento) y 2 mil 853 son niñas (65.97 por ciento); así como un incremento en las desapariciones de mujeres adolescentes entre 15 y 17 años.

En cuanto a violencia familiar, registró sus máximos históricos de marzo a junio de 2021, ya que en el primer semestre del año se tiene registro de que se abrieron 129 mil 20 carpetas de investigación, un aumento del 24% respecto al mismo periodo del año pasado.

Aunado a esto, estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) indican que en 2020 hubo 373 mil 661 nacimientos en madres adolescentes, de los que 8 mil 876 son de menores de 14 años, que fueron embarazadas por un amigo, un familiar, un desconocido o ex pareja; por violación sexual o matrimonios arreglados.

Mientras que en 2020, se rompió un récord en la cifra de suicidios de niños y adolescentes, que suman mil 150. Entre 2019 y 2020 aumentó 12%.

Entre las acciones que propone la Segob para esas problemáticas hay cuatro puntos clave: abrir los espacios de convivencia y educativos para que los niños salgan del confinamiento; el regreso a clases, pues las escuelas son espacios de formación, convivencia y que permiten detectar y prevenir casos de violencia; abrir espacios públicos como bibliotecas y museos y fortalecer las medidas preventivas sanitarias, incentivando el cuidado comunitario y el autocuidado de niñas y niños.