La contradicción del ingeniero Javier Jiménez Espriú, respecto a diferir o no con su jefe Andrés Manuel López Obrador es la muestra de la gran presión traen encima los funcionarios federales… conocemos la trayectoria de Don Javier, su paso por las aulas de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, misma que dirigió, su trabajo en la subsecretaría de Comunicaciones y Transportes; de su lucidez personal… así que una pifia de esa magnitud debe ser producto de la tensión que es trabajar con un jefe enigmático, que todos los días inventa algo que deben justificar y transformar en una verdad histórica los altos funcionarios… ///

Imagínese usted qué tendrá que decirle Jiménez Espriú a sus alumnos o ex alumnos que estudiaron la especialización de obras viales, pues el presidente AMLO dijo con todas sus letras ¿qué chiste tiene hacer un camino?... claro que lo dijo para justificar su acción de darle el dinero de la construcción de un camino en Oaxaca, a los vecinos de la obra… pero hace quedar muy mal al hombre que ha dedicado su vida a formar ingenieros, pues por lo visto, ya no se necesitan en esta parte de la historia, conocida como la 4T… ¿qué tal pollo pa’l arroz?...///

Acá el chisme de actualidad es la detención en San Antonio, Texas, del conocido sobrino de los magnates del acero, Rodrigo Cortés Gutiérrez, acusado de pactar la entrega de cien kilos de droga… como hoy debe declarar ante el juez que conoce de su caso, esto será hoy al mediodía, así que habrá qué analizar la postura de este joven que vive en San Pedro, como corresponde a su estirpe…  no alcanzó a cometer el delito, pero dicen que sí le dieron el pago, y ahí está el problema legal conforme a la legislación norteamericana… no deja de ser interesante el desenlace que tenga este asunto, pues al margen de que sea un hombre rico, las relaciones entre nuestro país y el vecino del norte se reflejarán en el fallo de la autoridad texana… veremos y comentaremos…///