04/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 3 de 1814: muere fusilado el cura Mariano Matamoros y Guridi en la plaza principal de Valladolid. Nació en Ciudad de México en 1770, hijo de José Matamoros y Mariana Guridi, viviendo su infancia en Ixtacuixtla, Tlaxcala. Después estudió bachillerato en artes y teología en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, y luego llegó a ordenarse de sacerdote en 1796. Siendo párroco en la parroquia de Jantetelco, hoy estado de Morelos, fue preso por el Gobierno realista por expresar sus ideas independentistas, pero consiguió escapar y el 16 de diciembre de 1811 se presentó ante José María Morelos, quien estaba en Izúcar –que posteriormente se llamó Izúcar de Matamoros- en el estado de Puebla. De inmediato se ganó un lugar especial en la lucha, al lado de Bravo y Galeana, pues su inteligencia militar daba luz a la hora de que Morelos definía las estrategias militares. Matamoros fue coronel y en febrero de 1812 conquistó Cuautla, teniendo un extraordinario desempeño en la toma de Oaxaca, por lo que Morelos lo asciendió a General. Sus más sonados triunfos los obtuvo en las batallas de Tonalá y en San Agustín del Palmar. En diciembre 23 de 1813 atacó Valladolid, pero al no conseguir la victoria, fue perseguido por Agustín de Iturbide y Ciriaco de Llano, hasta que fue preso en Puruarán, Michoacán. Morelos envió un mensaje a Iturbide proponiéndole negociar la vida de Matamoros a cambio de 200 prisioneros realistas. Pero Iturbide no aceptó y el 3 de febrero de 1814 Mariano Matamoros fue fusilado en Valladolid –hoy Morelia- en los portales de la plaza principal. Durante su juicio sumario, le pidieron que se arrepintiera, pero nunca lo hizo. A su muerte, comenzaron las derrotas de José María Morelos, quien no se pudo sobreponer a la pérdida de su brazo armado en la Guerra de Independencia. Mariano Matamoros fue declarado Benemérito de la patria por el Congreso de 1823, instalando su nombre con letras de oro en la sala de sesiones. Sus restos fueron trasladados a la ciudad de México en 1823 y enterrados en el altar de Los Remedios de la Catedral mexicana. En nuestros dos estados vecinos, Tamaulipas y Coahuila, existen sendas ciudades con su nombre, y hay otras entidades que también tienen poblaciones en el mismo caso; además hay cientos de calles con su nombre en todo el país.