Existe una conexión obvia y repugnante entre los tiroteos masivos y los asesinatos recientes que ha sido sistemáticamente censurado de los relatos de los principales medios de comunicación: la masacre en Christchurch de más de 50 neozelandeses musulmanes en marzo de 2019; el joven pistolero de Buffalo que mató a 10 estadounidenses negros en mayo de 2022; y el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta y expresidenta de Argentina, el 1 de septiembre. Los informes de los medios han señalado que todos los asesinos en masa y los asesinos tenían tatuajes nazis en el cuerpo: el "Sol Negro" ( Schwarze Sonne) usado por las SS nazis y el Wolfsangel adoptado por los nazis, así como enlaces a artículos y sitios web nazis y neonazis en sus cuentas de redes sociales.
La razón por la que se censura esta conexión es obvia: los gobiernos de EE. UU., Gran Bretaña y la Unión Europea están financiando, armando y promoviendo a los nazis en Ucrania, como "luchadores por la libertad" por la "democracia", basándose en la simple fórmula de lavado de cerebro de que todo lo ruso es malo y todas las cosas "occidentales" son buenas. Se recuerda al malvado portavoz del Imperio Británico, Bertrand Russell, quien insistió en que con un poder adecuado sobre la información uno puede convencer a cualquiera de que la nieve es negra.
Entonces considere que el presidente de los Estados Unidos, o más bien, aquellos que preparan sus discursos teleprompter, ahora esencialmente ha llamado a la guerra civil en los Estados Unidos, declarando: “Donald Trump y los republicanos del MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos mismos de nuestra República”, se enfureció el presidente Biden el jueves 1 de septiembre en Filadelfia, y agregó que los partidarios de Trump, recordemos que Trump recibió más de 74 millones de votos en 2020, representan un “peligro claro y presente” para la nación. Anteriormente se refirió a los partidarios de Trump como “semifascistas” y llamó a los estadounidenses a tomar medidas, presumiblemente de la misma manera en que tratamos a los fascistas en el pasado. “No somos impotentes ante estas amenazas”, dijo Biden. “No somos espectadores en este ataque continuo a la democracia. Hay muchos más estadounidenses, muchos más estadounidenses de todos los orígenes y creencias, que rechazan la ideología extrema MAGA que los que la aceptan. Y amigos, está dentro de nuestro poder, está en nuestras manos, las suyas y las mías, detener el asalto a la democracia estadounidense”.
Según Yahoo News, un miembro del propio grupo de trabajo sobre terrorismo interno de Biden dijo sobre el discurso del presidente: “Me temo que está encendiendo una mecha que no va a funcionar bien. Lamentablemente, este no es un discurso unificado sino uno muy divisivo”. Otro del mismo grupo de trabajo dijo: "Esto podría verse como un llamado a las armas y solo inflama un entorno de amenazas ya volátil".
Tenga en cuenta que Biden está utilizando la misma retórica absurda que escuchamos repetidamente para justificar la demonización y la guerra contra Rusia y China: "democracias contra autocracias". Considere: Estamos llamados a defender “democracias” tales como Ucrania, que ha clausurado los principales partidos de oposición y está en proceso de prohibirlos permanentemente y confiscar sus posesiones; consulte “La prohibición de los partidos políticos en Ucrania” en la edición de EIRpara estar con la fecha de portada del 9 de septiembre. O la “democracia” en los EE. UU., donde cualquier comentario que desafíe la “narrativa” aprobada es censurado por los medios. O la “democracia” en Alemania, donde la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, declaró que el pueblo alemán “tendrá que sufrir porque apoyaremos a Ucrania pase lo que pase”, y así será “sin importar lo que piensen mis votantes alemanes”.
Consideren seriamente el mensaje de la Embajada de Rusia en Washington hoy: “Hemos tomado nota de la condena del Departamento de Estado de EE. UU. a la violencia y el odio 'en todas partes' con respecto al intento de asesinato de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, es obvio que los diplomáticos estadounidenses intencionalmente hacen la vista gorda ante las creencias extremas del presunto criminal, sus tatuajes neonazis del 'sol negro' típicos del batallón Azov (designado en la Federación Rusa como una organización terrorista)”. También notan la admiración similar del tirador de Buffalo por la milicia de Azov que Estados Unidos está armando y financiando, preguntando:
“Surge una pregunta: cuántas personas más en todo el mundo deben verse afectadas por las acciones de los partidarios de la ideología nazi antes de que Estados Unidos se dé cuenta de sus peligros y deje de condonar los crímenes de los nacionalistas. Eso es exactamente lo que está haciendo Estados Unidos en Ucrania, donde los combatientes del régimen de Kiev continúan exterminando intencionalmente a la población civil”. ( https://t.me/EmbUSA/761
